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La delincuencia juvenil

Los casos de menores que maltratan a sus padres en Galicia se doblan en un año

En 2015 se registraron casi 300 delitos de violencia doméstica cometidos por menores de 18 años

El maltrato a los padres en Galicia, el delito que más ha crecido entre los jóvenes

Pese a la caída general de los delitos cometidos por menores en Galicia, los casos de maltrato de hijos a padres se han disparado en el último año. La violencia en el ámbito doméstico ejercida por niños y adolescentes casi se ha duplicado en 2015. De un total de 160 casos se ha pasado a 298, un 86 por ciento más, según los datos incluidos en la Memoria de la Fiscalía de Galicia. Cada vez es más común, hasta el punto de que se ha convertido en la tercera infracción más habitual entre los menores -en 2014 ocupaba el sexto puesto-.

Los delitos de violencia familiar cometidos por menores son además los que han registrado un mayor incremento en el último año si no se tienen en cuenta otras infracciones como el homicidio, la agresión sexual o la conducción bajo los efectos de las drogas y el alcohol que se elevaron un 100 por ciento pero que representan un número mínimo de casos. De hecho, en 2015 hubo solo un homicidio, 18 delitos de agresión sexual y 4 menores acusados por conducir ebrios o drogados.

En conjunto, la delincuencia protagonizada por jóvenes de menos de 18 años cayó un 33 por ciento el pasado año. Las faltas bajaron un 58 por ciento y los delitos descendieron casi un siete por ciento hasta quedarse en 1.899 (puede haber menores acusados de varias infracciones). La vulneración de la ley más frecuente son los ataques al patrimonio (691 casos), aunque experimentaron un descenso del 13 por ciento en el último año. También se redujeron un 6 por ciento las lesiones que, aún así, siguen siendo el segundo delito más habitual entre los menores.

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Pero de todas las infracciones penales cometidas por jóvenes de menos de 18 años el pasado año, el 13 por ciento están enmarcadas en el ámbito de la violencia familiar que incluye agresiones en el ámbito doméstico (fundamentalmente maltrato de hijos a padres), con 298 casos, y también la violencia de género, que se incrementa de 5 a 11 casos.

El grueso de los delitos por agresiones en el ámbito doméstico se produce en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Según la Memoria de la Fiscalía de Galicia, en la primera se registraron 132 casos de maltrato a padres por parte de sus hijos y en la segunda, 114. En Lugo, sin embargo, solo hubo 31 delitos de violencia doméstica cometidos por menores y en Ourense, 21.

Junto a los delitos por violencia doméstica, también suben por encima del 30 por ciento las infracciones contra la seguridad vial (120 casos) y por conducir sin permiso (113).

Según los datos de la Fiscalía, el pasado año se abrieron 3.444 procedimientos contra menores y fueron enjuiciados un total de 678, un 10 por ciento menos que en 2014. Se dictaron, sin embargo, solo 447 sentencias. Por cada 10 instrucciones tramitadas por el fiscal casi cuatro terminaron con un fallo judicial.

Cada vez son más los acuerdos extraprocesales, en los que no es necesario llegar a juicio. El pasado año este tipo de resoluciones aumentaron un 23 por ciento.

Y entre las medidas adoptadas para castigar a los menores infractores, se ordenaron 174 internamientos. En la mayoría de los casos (129) se impuso un régimen semiabierto, otros 20 estuvieron en régimen cerrado, solo uno en abierto y 22 fueron a centros terapéuticos.

Otros 245 jóvenes fueron sometidos a libertad vigilada y 50 tuvieron que prestar servicios en beneficio de la comunidad.

Cursos de 50 horas para controlar la agresividad

  • Los menores que cumplen condena por maltratar a sus padres deben someterse a un curso de 50 horas enfocado a controlar su agresividad. Y no solo ellos, dentro de este curso existe un módulo específico destinado a los padres. En estas clases los progenitores aprenden, por un lado, a gestionar las crisis familiares y a resolver conflictos. Pero también hay "unidades de desistimiento", en las que se prepara a los padres para que, en aquellos casos más graves en los que el chaval no corrige su conducta, "abandonen al hijo", explica el psicólogo de Menores, Juan Luis Basanta.En los casos de violencia doméstica, es muy habitual que los menores sean reincidentes. Para evitarlo es fundamental que los chavales cumplan a rajatabla con el curso de 50 horas para controlar su agresividad. "Si lo dejan a medias, es muy probable que repitan sus conductas agresivas hacia sus padres", explica Basanta.Los expertos dejan claro a los progenitores que ellos no pueden resolver solos el problema y les instan a acudir a un trabajador social a un profesor. Es fundamental la ayuda de profesionales. "Acuden a nosotros con mucho dolor, se reconocen como víctimas pero piensan que es culpa suya porque aparte de apaleados se sienten inútiles. Y al mismo tiempo tratan de quitarle culpa a los hijos", relata Basanta.

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