Volvería a colgar la toga para dedicarse a la actividad política ya que, de momento, la mochila "es más que llevable y la experiencia, muy positiva". Y es que Luís Villares, portavoz de En Marea en la Cámara, confía en el proyecto de confluencia y se ve capaz de ser "punto de encuentro" y "equilibrio" de sus distintas "patas". En una entrevista con Europa Press, el exmagistrado asegura que ve posible generar la unión en torno a su figura. "No represento el cien por cien de ninguna de las patas y eso es lo que me permite representar el cien por cien del espíritu de la confluencia; la confluencia al final era eso de que todos renunciemos a posiciones maximalistas para poder conseguir que todo el mundo se sienta representado en unos valores esenciales", defiende.

En el marco de un proceso de primarias para dotar a En Marea de una dirección definitiva que desembocará más tarde en una asamblea en la que se profundizará "en el modelo organizativo y en el ideario", garantiza que, pese a las especulaciones, no hay ni habrá "ni cuotas" ni "escisiones". Sobre el debate de la búsqueda de un líder y si él estaría dispuesto a serlo, prefiere "hablar de portavoces o de gente que coordine las acciones del órgano de dirección".

Villares no escatima elogios para el histórico Xosé Manuel Beiras, dirigente de Anova, un "referente ético y político" y, preguntado acerca de si debería estar en la nueva dirección, su respuesta es contundente: "Si él quisiera, debería contarse con él".

Ante la polémica tras su petición de un chófer, un secretario personal y una compensación por el salario que dejó de percibir desde que fue elegido candidato, ha asegurado que "no" se siente dolido porque trascendiese y defiende que "solo era una propuesta de trabajo". En todo caso, se siente respaldado por sus compañeros. "Sí que me sentí respaldado en algo tan elemental como era poder hablar las cosas. De ahí a la decisión que se tome, se verá", ha señalado, antes de explicar que En Marea aún no ha cerrado el plan económico para sus diputados. Él no tiene una propuesta "particular", pero defiende que el sueldo de los parlamentarios sea el "adecuado para cumplir con sus funciones representativas".