La pérdida de población que padece Galicia en los últimos años afecta a todos: a los nacionales y a los extranjeros, pero más a estos últimos. La crisis ha originado que muchos de ellos regresen a sus países de origen ante la falta de oportunidades. En 2015, la población total de la comunidad disminuyó un 0,5%. La pérdida de habitantes fue de 16.348 personas. Sin embargo, el descenso de extranjeros empadronados en Galicia fue de 7.604. El 7,7%, con respecto al año anterior. En 2014 ya había disminuido el 3,3%.

Esta caída ha provocado que por primera vez desde que comenzó la crisis el número de concellos cuya población extranjera supera el 5% se situé por debajo de la veintena. En 2010 había 36 ayuntamientos gallegos por encima de este porcentaje; en 2014 cayeron a 23 y en 2015, a 19.

En 2014, por primera vez desde que arrancó la recesión, la cifra de extranjeros empadronados en Galicia se quedó por debajo de los 100.000. En 2008 había censados más de 95.000. En el quinquenio siguiente, el número se mantuvo por encima de los 105.000. Sin embargo, en 2014 cayó hasta los 98.245 y a finales de 2015, hasta los 90.641.

Esta salida de extranjeros ha traído como consecuencia que los concellos que contaban con más de un 5% de ciudadanos de otros países se reduzca casi a la mitad en cinco años: de los 36 que había en 2010 a los 19 de 2015. Esta casi veintena de municipios son dispares en cuanto a su situación y población, aunque presentan algunas similitudes. Ninguna de las siete grandes ciudades aparece en este listado (Lugo estaba en la clasificación en 2014); solo cinco de ellos superan los 10.000 habitantes (Monforte, Viveiro, Verín, O Barco y Xinzo de Limia), y ninguno pasa de los 20.000; una decena cuenta con menos de 2.000, y la gran mayoría son municipios de comarcas del interior de la comunidad.

La provincia de Ourense, de hecho, concentra más de la mitad de estos concellos que aún tienen más del 5% de sus habitantes con nacionalidad extranjera. Son 11 de los 19: Entrimo, Lobios, Baltar, Xinzo de Limia, Padrenda, O Barco, Carballeda de Valdeorras, Oimbra, Verín, A Gudiña y A Mezquita. Le sigue la de Lugo con seis (Negueira de Muñiz, Rábade, Burela, Viveiro, Meira y Monforte), y las de A Coruña y Pontevedra con uno cada uno: Cedeira y Salvaterra do Miño, respectivamente.

Con respecto a 2014, han salido de esta lista concellos como los de Lugo, Arteixo y Sada, mientras han entrado otros como los de Burela, Meira, Negueira de Muñiz o Salvaterra do Miño.

Pese a la marcha de extranjeros, es excepcional la situación de un pequeño grupo de ayuntamientos gallegos en los que el colectivo de inmigrantes empadronados supera el 10% de la población. Son siete municipios, todos ellos de la provincia de Ourense, cinco muy cerca de la frontera con Portugal y cinco con menos de 2.000 habitantes. De los que tienen más del 10% de su población foránea el único que pasa de los 14.000 habitantes es Verín con el 10,3%.

Como en 2014, el concello gallego con la colonia de extranjeros más numerosa en 2015 es Oímbra (Ourense). Cuenta con poco más de 2.000 habitantes, de los que 410 no son españoles.