Durante la crisis muchas familias fueron despojadas de sus viviendas por no pagar la hipoteca. Otros setenta mil gallegos tienen que vivir en pisos prestados por familiares y amigos. Sin embargo, está la otra cara de la moneda: los más de 22.100 ciudadanos que atesoran más de diez inmuebles urbanos cada uno entre solares, viviendas, locales comerciales, oficinas o plazas de garaje y sin contar las fincas rústicas. La cifra de grandes propietarios se ha disparado además en la última década un 170 por ciento -hace diez años solo había 8.200 titulares con más de una decena de posesiones-.
Este incremento da idea de la acumulación de bienes en pocas manos. Según los datos de la Dirección General del Catastro, hay un total de 1,8 millones de gallegos que son titulares de al menos un inmueble urbano. Aunque esta cifra ha crecido en su conjunto en un 33 por ciento en la última década, el incremento se ha focalizado sobre todo entre los propietarios que tienen más bienes. Así, la cifra de gallegos con una única posesión aumentó únicamente un 9,8 por ciento desde 2006, mientras que los multipropietarios, titulares de más de diez inmuebles, se dispararon un 170 por ciento.
En la cúspide de esta pirámide de la propiedad están unos 898 gallegos que acumulan más de medio centenar de bienes -hace una década eran 636-. Hay otros 1.899 ciudadanos que son dueños de entre 26 a 50 inmuebles (el doble que hace una década). Y un total de 19.360 que atesoran entre 11 y 25 posesiones (casi el triple de los que había en 2006).
Y el peso de estos grandes propietarios es cada vez mayor. Si diez años antes representaban solo el 0,5 por ciento del total de titulares de bienes inmuebles de Galicia, ahora ya son el 1,2 por ciento.
Reparto
Más de la mitad de los titulares de inmuebles urbanos de la comunidad autónoma solo tienen una posesión. Son algo más de un millón de gallegos.
Después están los ciudadanos que además de su vivienda habitual se compran un piso de veraneo o para alquiler o bien invierten en un solar o un local comercial. En esta situación están uno de cada cinco gallegos que son dueños de dos bienes. Son unos 385.200, un 53 por ciento más que hace una década.
Con tres posesiones el Catastro contabiliza otros 181.800 titulares. Y a partir de ahí hay 226.900 que poseen entre cuatro y diez inmuebles urbanos.
Donde más se ha incrementado el número de titulares en la última década es en el tramo de propietarios que atesoran entre 11 y 25 inmuebles. Son un 190 por ciento más que los que había una década: de 6.600 se ha pasado a 19.300.
Por provincias, Pontevedra es la que tiene un mayor número de grandes propietarios. Un total de 6.793 pontevedreses reúnen cada uno más de diez inmuebles urbanos. En A Coruña son 6.593. La cifra baja notablemente en Ourense, con solo 4.738, y en Lugo hay únicamente 2.167 titulares poseedores de más de una decena de bienes.
No ocurre lo mismo, sin embargo, con las fincas rústicas. La cifra de terratenientes -con más de diez parcelas- cae en la última década un 3,7 por ciento, mientras que los propietarios de un único terreno aumentan un 17 por ciento.
Un total de 1,6 millones de gallegos son dueños de alguna finca rústica. La mayoría, unos 643.400 solo poseen una parcela o terreno, mientras que otros 318.300 acumulan más de diez, de los cuales 36.000 superan el medio centenar de posesiones de carácter rústico.
Los datos de la Dirección General del Catastro son fiel reflejo del minifundismo existente en el rural gallego. Galicia es, con diferencia, la comunidad con mayor número de parcelas. Suman más de 11,1 millones de fincas. De hecho, una de cada cuatro propiedades rústicas que hay registradas en el territorio nacional están en la comunidad gallega.
Solo Castilla y León se acerca a la cifra de parcelas que tiene Galicia, con 9,1 millones de terrenos en el rural. En Andalucía, por ejemplo, solo hay 2,7 millones de fincas, pese a que la superficie rústica es tres veces mayor que Galicia.
Y pese a los esfuerzos en la comunidad gallega por concentrar los terrenos y redimensionar las fincas para que sean más productivas, en la última década, solo se redujo un ocho por ciento el número de propiedades.
