A partir del pasado mes de agosto las listas de espera empezaron a disminuir, hecho que parecía imposible a principios de 2016 ya que la escasa mercancía no alcanzaba para atender a todas las personas apuntadas. Al principio se produjo un exceso de solicitudes, ya que muchos padres probaban suerte en más de una botica. Una vez conseguida la primera dosis, las listas se ajustaron más, pendientes ya las familias de las segundas inyecciones. Tras meses de amplias listas, la mayoría de las boticas optan por no apuntar a más gente, hasta que culminen la atención de todas las peticiones. También explican que solo admiten peticiones de su propia clientela.