Arrancó la décima legislatura en el Parlamento de Galicia. Miguel Santalices que repite como presidente de la Cámara abogó por "seguir profundizando" en la participación ciudadana y también en el "respeto institucional" y prometió "velar" para que cada diputado trabaje "agradablemente".

El pleno constitutivo se inició con la elección de la Mesa del Parlamento. Y después se pidió a cada diputado que jurase o prometiese acatar y guardar fidelidad a la Constitución y al Estatuto de Autonomía. La mayoría optaron por la fórmula de la promesa y los parlamentarios de En Marea y el BNG introdujeron sus propias variantes. Así los seis diputados nacionalistas coincidieron al comprometerse "a ser fieles a Galicia y defender los derechos nacionales y sociales de los gallegos y su libertad" y explicaron que prometían acatar la Constitución y el Parlamento "por imperativo legal". Cada uno de los parlamentarios de En Marea optó también por añadir sus propias coletillas. "En base a mis principios feministas, republicanos y revolucionarios, prometo", dijo la vicepresidenta segunda de la Cámara y diputada de la Confluencia, Eva Solla. Más contundente fue el portavoz de En Marea, Luis Villares, que comprometió su "palabra" y su "vida" en la defensa de los intereses de Galicia, una declaración que causó sorpresa en las bancadas populares.

Entre los invitados a la sesión constitutiva del Parlamento estuvieron sus ex presidentes, Pilar Rojo, Tomás Pérez Vidal y José María García Leira -no acudió la socialista Dolores Villarino, que presidió la Cámara durante el bipartito-, con quienes Santalices tuvo unas palabras de reconocimiento.

El acto terminó con el himno gallego y los diputados en pie. Desde la tribuna de oradores Xosé Manuel Beiras, fue el único que lo escuchó con el puño en alto.