Siete cortometrajes en un curso; sobre maltrato, esquizofrenia, mujeres de O Morrazo, cáncer infantil, endometriosis o transexualidad. Y, por si fuera poco, incluyeron en el proyecto premiado unas 5 animaciones, algunas con hasta 3.000 dibujos hechos a mano por el alumnado. El IES As Barxas, de Moaña, es uno de los dos centros educativos gallegos premiados en esta edición del principal salón de tecnología de España. Simo Educación 2016 ha premiado 13 experiencias de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en colegios de todo el país, de casi 400 candidatos. Los dos elegidos en Galicia, en esta ocasión, son de la provincia pontevedresa: el instituto moañés y el Centro de Educación Especial Juan María, de Nigrán. El viernes recibirán el galardón en la feria tecnológica en Madrid, que se celebrará en el Ifema.

La profesora de Plástica del instituto de Moaña, Luz Beloso, encargada de enseñar al alumnado en los últimos años técnicas audiovisuales para poder contar historias a través de imágenes, acudirá a la capital en representación del centro y del alumnado de 4º de ESO, verdaderos autores de los cortos presentados a la competición estatal, integrados en un paquete titulado "Superhéroes y Superheroínas". Este ha sido elegido como el 'Mejor Proyecto TIC Audiovisual' por SIMO 2016. "Estamos muy contentos pero sobre todo por ellos; han trabajado muchísimo, y también profesores y sus familias, que colaboraron para grabar, interpretando personajes o prestando sus casas para escenarios", cuenta Beloso, que irá acompañada de la profesora de Economía.

Alexis Rafael es el fisioterapeuta del Centro de Educación Especial Juan María, de Nigrán, al que SIMO premia como el 'Mejor Proyecto TIC Educación Inclusiva, Igualdad y Diversidad". El año pasado, gracias a una subvención que lograron de 12.000 euros, montaron un aula tecnológica, con pantallas, gafas de realidad virtual, un sillón a medida, altavoces, mesa de sonido, videoconsolas, tablets y ordenadores. En el curso actual el aula está totalmente integrada en el día a día: el alumnado la utiliza tres horas, por turnos. Con este proyecto, cuenta Alexis, el centro se convierte en ejemplo de cómo aplicar las nuevas tecnologías al aprendizaje en alumnos con discapacidad intelectual y/o física. "Muchos no manejan tablets todavía. Están encantados, aprenden mediante programas, también con movimientos tipo Wii, con la realidad virtual y creamos escenarios a través del sillón, que transmite vibraciones, con música e imágenes. Trabajamos mucho la parte sensorial, mejoran movimientos y aprenden con táblet temas necesarios, como alimentación o higiene", expresa Alexis, que también prepara su viaje a Madrid.