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La Xunta dejó sin gastar la mitad de los fondos de 2015 para fomento del empleo

Es el área con menos ejecución presupuestaria -El Gobierno gallego había consignado una partida de 268,9 millones de euros pero quedaron sin invertir 124,4 millones

Simón Espinosa

La Xunta dejó sin gastar el pasado año la mitad de los fondos presupuestados para fomento del empleo. De los 268,9 millones de euros consignados en 2015 para reducir el paro e incentivar el mercado de trabajo, el Gobierno gallego solo invirtió 144,4 millones de euros. Es además el área de gasto con el porcentaje de ejecución más bajo, según las cuentas de la comunidad autónoma.

El pasado año se cerró con una tasa de paro del 17,7 por ciento. Pese a que la economía gallega mantiene un crecimiento sostenido desde 2014 todavía hay 222.900 gallegos sin trabajo. En los últimos tres años la cifra de parados se ha ido reduciendo progresivamente. En todo caso, se está lejos aún de regresar a los niveles de empleo anteriores a la crisis -en 2009 la tasa de paro se situaba en el 12 por ciento-. Y precisamente por ello desde la Xunta reiteran que incentivar el empleo es una de las prioridades de su política económica. Sin embargo, el pasado año dejó sin gastar 124,4 millones de euros para "promoción de empleo e instituciones del mercado de trabajo", tal y como consta en la Conta Xeral de Galicia.

Dentro de las grandes áreas de gasto, el porcentaje de ejecución de las políticas de empleo se reduce al 53,7 por ciento. La segunda partida donde quedaron más fondos sin gastar fue en la de vivienda. De los 111,6 millones presupuestados el pasado año, solo se invirtieron finalmente 67,3 millones de euros.

Bajo fue también el nivel de gasto ejecutado en el área de administración local. Pese a que la Xunta contaba con una partida de 21,4 millones de euros, finalmente quedaron 8,2 millones sin invertir.

Por debajo del 80 por ciento de ejecución presupuestaria se situaron también los gastos consignados como actividades financieras (71,9 por ciento), comercio (73,7 por ciento) e investigación y desarrollo (79,1 por ciento).

Por el contrario, la Xunta gastó todo lo que había comprometido e incluso por encima de la partida presupuestada inicialmente en un total de cuatro áreas.En justicia desembolsó 117,2 millones de euros -109.000 euros por encima de sus previsiones-. En cooperación y desarrollo la ejecución presupuestaria llegó al 100,25 por ciento y también agotó todos los fondos consignados para cubrir la deuda financiera y realizar transferencias a las entidades locales.

En la Conta Xeral de la comunidad autónoma, además de analizar el grado de ejecución presupuestaria por grandes áreas, se desgrana también con más detalle el gasto realizado por programas específicos y se advierte del bajo porcentaje de inversión acometido en un total de seis actuaciones. El caso más extremo es el de la partida destinada a la "implantación de sistemas productivos agrarios sostenibles" para la que solo se desembolsó el 22 por ciento de los fondos disponibles.

El segundo programa que registró menos ejecución presupuestaria está ligado precisamente al área de empleo. La Xunta solo desembolsó el 30 por ciento del plan de "promoción de empleo, del empleo autónomo y del mercado de trabajo". A la formación profesional de ocupados solo se destinaron el 38 por ciento de las partidas previstas. Quedaron sin gastar también más de la mitad de los fondos para la mejora de la calidad en la producción agroalimentaria, para el fomento de la rehabilitación y para la intermediación e inserción laboral.

El Ejecutivo gallego tiene 129,3 millones de euros de dudoso cobro

  • Ciudadanos que no pagan sus impuestos, empresas e incluso otras administraciones adeudaban a la Xunta al cierre de 2015 un total de 1.300 millones de euros, de los cuales el Gobierno gallego ya da por perdidos 129,3 millones de euros que considera de "dudoso cobro".Esta cuantía que la Administración autonómica ya da por irrecuperable se ha incrementado además en un 3,4 por ciento con respecto al ejercicio de 2014. Se trata de deudas que la Xunta, sus organismos autónomos, agencias y entidades instrumentales ya no esperan cobrar bien por su antigüedad o porque la situación del deudor dificulta que haga frente al pago, como puede ocurrir con préstamos o avales concedidos a empresas en quiebra, por ejemplo.Pero la Xunta también debe dinero a empresas y ciudadanos. Al cierre del pasado año dejó pendientes de pago un millón de euros, un 23 por ciento más que en 2014, según las cuentas de la comunidad autónoma.La diferencia entre lo que tiene pendiente de cobro y lo que debe, más el dinero líquido que tiene en caja, da como resultado el remanente de tesorería, que es un buen indicador de la solvencia o capacidad económica que tiene una administración para afrontar sus deudas. En este caso, la Administración gallega cerró 2015 con un remanente de tesorería de 368,7 millones de euros, un 148 por ciento más que el año anterior.Todos los entes instrumentales de la Xunta presentan un saldo positivo, salvo la Axencia Galega de Infraestructuras, que registró unas pérdidas de 3,7 millones de euros.

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