Las terribles historias de las personas que se quitaron la vida o lo intentaron ante la amenaza de un inminente desahucio provocaron una enorme alarma social sin la que probablemente no se entendería nada de lo que las administraciones hicieron después para combatir el drama que en todos estos años sufrieron cientos de miles de personas. Fue entonces, a partir de mediados de 2012, cuando la crisis en España mostró toda su crudeza. El momento de visibilización de las plataformas ciudadanas y los activistas contra el sector financiero y el punto de inflexión para el Ministerio de Economía, que apremió a las entidades a firmar un código de buenas prácticas que, a pesar de no quedar otro remedio que retocarlo para que los criterios de los beneficiarios se adaptasen a la realidad, abrió el camino a que los ejecutivos regionales, como la Xunta, pusieran medidas propias sobre la mesa y la banca asumiera la gravedad del problema. Hoy aquellas historias parecen lejanas, pero en España se siguen produciendo desahucios. Muchos menos. En el primer semestre del actual 2016 superaron los 35.000, un 6,7% menos que entre enero y junio de 2015, según los datos publicados ayer por el Consejo General del Poder Judicial. Los lanzamientos bajaron también en Galicia. En el mismo porcentaje, un 6,7%. La comunidad es la cuarta con menos desahucios acumulados. Aún así, hay siete cada día.
Entre abril y junio, 690 familias se quedaron sin casa. La mayoría de casos responde a ese perfil, aunque el Consejo General del Poder Judicial recuerda que las estadísticas incluyen también otro tipo de inmuebles y no siempre son primeras viviendas. El trimestre anterior fueron 598. Lo que deja un incremento entre ambos periodos del 15,4%, por encima de la subida en el conjunto del Estado, un 10,2%. La comparación con el mismo trimestre del pasado 2015 arroja un descenso del 3,4% y del 6,7% en toda la primera mitad del año.
Las caídas más acusadas en estos seis meses están en Madrid (17,2%), Castilla-La Mancha (16,9%), La Rioja (15,1%), Canarias (12,7%), País Vasco (11,2%) y Cataluña (10,2%). Los desahucios aumentaron en Murcia (11%), Extremadura (5,7%), Baleares (5%), Comunidad Valenciana (1,5%) y Asturias (0,6%).
En los últimos tres años y medio, desde 2013, Galicia contabiliza un total de 8.643. Casi 32 por cada 10.000 habitantes. La media nacional es mucho mayor. Un 40% más concretamente, con 51 lanzamientos realizados. A la cabeza figura Baleares, donde hubo cerca de 75 desahucios por cada 10.000 habitantes; 74 en Cataluña; unos 71 en Canarias; 72 en la Comunidad Valenciana; y 65 en Murcia. Cuatro territorios muy golpeados por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Galicia está en el grupo de las regiones con menos órdenes de abandono de un inmueble por el impago por detrás de País Vasco, con 18 lanzamientos por cada 10.000 habitantes; Navarra (22) y Extremadura (23).
De los 1.288 practicados por los tribunales de la comunidad en el primer semestre del ejercicio, 419 se debieron a ejecuciones hipotecarias. Se repite la tendencia: un alza del 31% entre los dos trimestres de 2015, pero una caída respecto a lo sucedido entre enero y junio de 2015 del 3,7%. La inmensa mayoría de los desahucios en Galicia, 820, siguen siendo por no pagar la cuota del alquiler. Una situación muchas veces más complicada, como reconocen las plataformas de afectados, porque el cobro del arrendamiento puede suponer para el propietario del piso su única fuente de ingresos. El descenso sobre el pasado año es del 3,8%. En ninguno de los tres ejercicios completos (2013, 2014 y 2015) analizados por el Consejo General del Poder Judicial, los lanzamientos de alquileres bajaron de los 1.500. Son el 59% del total de personas o empresarios que se quedaron en la calle.
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Menos morosos: las demandas caen un 16%
62.000 despidos judicializados desde 2007
- No hay mejor ejemplo de las muchas repercusiones de la crisis para el ciudadano que el propio título con el que el Consejo General del Poder Judicial agrupa todas sus estadísticas relacionadas con estos últimos años: "Datos sobre el efecto de la crisis en los órganos judiciales". Además de la evolución de los desahucios, de esa tendencia paulatina al freno entre las personas que pierden su casa o un empresario su local por la incapacidad para afrontar el pago, las caídas se repiten en el resto de procesos que tienen que ver con apuros económicos y que pasan por los tribunales.Como los concursos de acreedores. Caen un 5,4% en comparación con los primeros seis meses del pasado ejercicio, hasta los 176. Solo 13 de familias. Las antiguas suspensiones de pago se dispararon un 205% entre 2007 y 2008 y un 57,1% en 2009. A partir de 2014 empezó el descenso, un 53,1% desde entonces.El número de despidos presentados ante los tribunales gallegos se situó entre enero y junio en 2.798, después de un recorte del 10,2%. Desde 2007, los despidos alcanzan ya los 62.031.Las reclamaciones de cantidad por la vía social -y que incluyen también impagos a la Seguridad Social, recargos de multas o sanciones disciplinarias- bajan un 9,8%, con 4.452 hasta junio. Los procedimientos monitorios, que son otro tipo de demandas para exigir el abono de deudas -un apartado muy influido por la evolución de la situación económica-, ascendieron en la primera mitad de 2016 a 15.268, un 16% por debajo del pasado ejercicio.
