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Incapacidades temporales en la educación

La Xunta paga 40 millones cada año en contratos a profesores por bajas

Este coste registrado en 2015 se prevé que también se mueva en las mismas cifras este año

Acceso a un colegio de Primaria de Pontevedra. // Bernabé / Javier Lalín

El pasado mes de junio, la Consellería de Educación tuvo que solicitar a Facenda una ampliación de crédito por importe de 9,3 millones de euros. La razón argumentada por el departamento de Román Rodríguez fue que se requerían fondos adicionales para cubrir las necesidades de contratación de profesores sustitutos con el objeto de reponer las bajas del personal docente "con licencia por enfermedad o por cualquier otro motivo". Según la Xunta, esta ampliación de crédito no se trata de una excepción, sino que casi todos los años hay que recurrir a ellas dado que resulta muy difícil calcular una cifra inicial de las bajas que se van a producir a lo largo del curso escolar.

En todo caso, Educación precisó que el gasto en profesores sustitutos contratados para cubrir las bajas laborales de los docentes titulares de la plaza fue de 40,39 millones de euros durante el año 2015. Y que para este año, la previsión es alcanzar un gasto similar, del orden también de los 40 millones de euros.

Con el curso iniciado apenas hace dos semanas, las plazas cubiertas por profesores sustitutos en el sistema público gallego son 1.350, de las que 754 corresponden al área de Primaria y 596 a la de Secundaria y otras enseñanzas, como Formación Profesional, Música o Deportes. Esto quiere decir que actualmente el 4,4% de la plantilla docente está de baja por algún motivo, ya sea por enfermedad, excedencia, permisos o maternidad. Las sustituciones pueden ser de días, semanas o meses y son más de 9.000 las personas que están apuntadas en las listas de contratación temporal de Educación esperando por una llamada para atender una baja.

La Xunta del PP, en diversas ocasiones, intentó reducir el número de bajas penalizando el sueldo de aquellos trabajadores con una alta incidencia de incapacidades temporales por enfermedad común o accidente no laboral. Lo hizo en el año 2012, al establecer que entre el primer y el tercer día los empleados públicos de la Xunta solo recibirían el 50% de la remuneración, que se rebajaba al 40% si se trata de la segunda baja en el año natural y se quedan sin cobrar nada a partir de la tercera baja por esos primeros días de incapacidad temporal. Entre los días 4 y 20, todos ellos cobrarán el 75% de su remuneración, que se elevará ya al 100% a partir del día vigésimo primero.

Pero en 2015, alegando un mejora del PIB, volvió al anterior sistema, suavizando esa penalización, permitiendo cobrar durante los tres primeros días de incapacidad temporal por enfermedad común el 50% de su remuneración, sin importar cuántas bajas acumule durante el año natural. Se eliminó ese descuento adicional del 60% para la segunda baja y del 100% para la tercera y sucesivas.

A finales de 2005, la Consellería de Educación intentó otra vía para luchar contra el abuso de las bajas entre el personal docente, al eliminar el permiso de tres días para revisión médica o enfermedad, una licencia que no tenía límite de uso desde el año 2008. Bastaba con que el profesor presentara ante la dirección del centro un justificante médico para tener derecho automáticamente a tres días de permiso, sin que ello supusiera una baja laboral o un descuento en la nómina del 50%. Sin embargo, ante las protestas de los sindicatos, la Xunta dio marcha atrás en su medida y en enero de 2016 restituyó los tres días de permiso por indisposición.

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