Hasta el mes de diciembre, los ganaderos que se acogan a las ayudas de la Unión Europea para reducir la producción láctea recibirán 14 céntimos por cada kilo que dejen de producir. Finalizado ya el plazo de solicitud apenas uno de cada diez productores gallegos ha pedido estas subvenciones con el compromiso de entregar unas 20 toneladas menos de media cada uno en el próximo trimestre. Según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) son 782 solicitantes en Galicia de los 8.755 venden la leche de sus explotaciones a la industria. A nivel nacional, la proporción también ronda el 10% con 1.567 solicitantes de os 15.755 ganaderos españoles con entregas. Desde el sindicato Unións Agrarias atribuyen el escaso número de solicitudes a que se trata de una medida temporal.

"Los animales no son robots que se puedan programar y aunque se les modifique la alimentación es difícil conseguir esa reducción y no compensa", destaca el secretario de Gandaría de UU AA, Javier Iglesias, quien aclara que si las ayudas se otorgasen a más largo plazo las explotaciones podrían plantearse acortar las entregas vendiendo algunas reses. Por eso, considera que la mayoría de los solicitantes son dueños de explotaciones que están a punto de jubilarse y como no tienen quien les suceda deciden deshacerse de parte de la cabaña y se comprometen a producir menos y mantener ese nivel hasta el cierre. Iglesias añade que pueden darse otros casos de granjas que hayan pasado un mal año debido por ejemplo, a enfermedades de varios animales.

La nueva ayuda de Bruselas consta de dos bloques: un mecanismo europeo con 150 millones -destinado a reducir la producción de leche en 1.400 millones de toneladas- y otra partida de 350 millones que los Estados miembros gestionarán para promover la retirada de volumen de leche en sectores de dificultades, como el lácteo. De esta segunda cantidad, a España le corresponderían 14,6 millones de euros.

Iglesias vaticina que estas subvenciones apenas tendrán efecto en el equilibrio de la oferta y la demanda de leche a nivel europeo. En el caso de Galicia, destaca que la crisis ya obligó a bajar el nivel de producción debido a que algunas industrias pagaban a precio de leche en polvo -por debajo de costes- los kilos que sobrepasen una determinada cantidad. Las estadísticas del FEGA revelan que el tope este ejercicio se alcanzó en mayo con 231.118 toneladas, una cifra que el pasado julio -último mes del que hay datos- bajó en 8.465 toneladas, un 4% menos.

El sindicato considera que aunque las medidas de la UE no contribuyan a mejorar un nuevo año horribilis en el lácteo gallego, el último trimestre se espera una recuperación de los precios de venta de la leche. Iglesias destaca que esa subida se producirá gracias a la subida de las tarifas de cotización de productos lácteos como la mantequilla que, por ejemplo, pasó de los 2,5 euros por kilo de junio a los 3,7 euros de septiembre.