El mes de agosto ha significado un cambio cualitativo para el sector turístico en Galicia. Y es que la comunidad gallega se ha situado, por primera vez, como el cuarto destino favorito de los españoles para pasar su vacaciones, superando a Canarias en el ranking autonómico, según la encuesta de alojamientos hoteleros divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los casi 532.000 residentes en España que eligieron Galicia para pasar el mes de agosto con sus 1,237 millones de pernoctaciones convirtieron a la gallega en la cuarta autonomía preferida, solo por detrás de Andalucía, Cataluña y Valencia. No obstante, la diferencia con estas tres aún es muy considerable, pues Andalucía absorbe el 22,4% de todas las pernoctaciones, Cataluña el 16% y Valencia el 14,4%. Galicia se queda en el 7,2%, dos décimas por encima del peso de Canarias en el conjunto de España.

El presidente del Clúster del Turismo, Francisco González, destacó que el sector "ha conseguido atraer a Galicia un importante flujo de viajeros nacionales, sabiéndole sacar un mayor rendimiento a la situación coyuntural que ha vivido España".

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Contando con los viajeros extranjeros (179.753 personas), la comunidad fue el destino en agosto de casi 711.500 turistas que en total sumaron más de 1,5 millones de pernoctaciones. La estancia media fue de 2,16 días y la ocupación de los hoteles alcanzó del 64 por ciento, 3,25 puntos superior a las marcas registradas hace un año. No obstante, aún faltan por contabilizar los viajeros que acuden a Galicia pero que utilizan alojamientos distintos del hotelero, como campings, apartamentos, casas rurales y pisos alquilados por particulares o cedidos por familiares.

Los 711.500 visitantes que llegaron en agosto a la comunidad suponen un 5,2% más (35.565) que los registrados en el mismo mes del pasado año. La afluencia creció en todas las provincias menos en la de Lugo, que bajó y además lo hizo de forma considerable, un 10%. En todo caso, las previsiones realizadas por el sector a principios del verano se cumplieron tanto en julio como en agosto, dos meses en los que se registró un excelente tiempo en la comunidad.

Pero no solo aumentaron los visitantes y las pernoctaciones, sino que además lo hicieron en un nuevo escenario de precios, donde los hoteles aplicaron por primera vez una subida tras mantenerlos años congelados para no perder posiciones en el mercado. Así, la facturación media por habitación ocupada fue de casi 65 euros y los ingresos diarios que obtuvieron por habitación disponible (cifra vinculada al grado de ocupación) fue de 42,4 euros, lo que supone un 5,3% más rentabilidad que la conseguida hace un año. Cifras que todavía quedan muy lejos de las registradas en Baleares, donde la rentabilidad está en 111,6 euros, en Andalucía (88,5) o Cataluña (86,2).