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El acceso a la vivienda pública

La demanda de pisos de protección repunta por primera vez en Galicia

El registro único de la Xunta cuenta con 13.300 solicitantes, medio millar más que a finales de 2015

Promoción de vivienda protegida en Navia, Vigo. // Salvador Sas

Tras años de caída constante en el número de demandantes de una vivienda protegida en Galicia, la tendencia acaba de dar un giro de 180 grados y la cifra vuelve a incrementarse. El actual año arrancó con 12.747 inscritos en el registro único de la Xunta, lo que supuso su nivel más bajo, pero ahora los solicitantes han aumentado hasta los 13.300, algo más de medio millar más que hace nueve meses, convirtiéndose en la primera vez que inicia una tendencia al alza. De todas formas, aún queda muy lejos de los registros alcanzados en los años 2012 y 2013, cuando la cifra de demandantes acendía a 25.000.

Para acceder a una vivienda de protección, ya sea para comprarla u ocuparla en régimen de alquiler, es imprescindible apuntarse en el Rexistro Único de Demandantes de la Xunta. No hay otra vía, y tanto sirve para adjudicar los pisos de promoción pública como los que salen de la iniciativa privada. Así, la Administración autónoma conoce exactamente la demanda existente en la comunidad, tanto en número como en distribución geográfica.

Al inicio de la crisis, las cifras se dispararon, porque se creía que era más fácil obtener una vivienda de protección que acudir al mercado libre. De esta forma, se llegaron a los 24.334 solicitantes en el verano de 2012 o a los 25.000 entre diciembre de 2012 y enero de 2013. Sin embargo, a partir de esa fecha, el registro comenzó a perder fuelle. La persistencia de la crisis, el elevado desempleo y las escasas posibilidades de encontrar un trabajo enfriaron los ánimos de los demandantes para independizarse, por lo que se fueron saliendo del registro eludiendo la renovación de las solicitudes. A ello también contribuyó la escasez de nuevas promociones y que las administraciones apenas colocaban en el mercado pisos de protección pública.

Por estas razones, el número de inscritos comenzó a decaer. De los 25.000 que había a finales de 2012 se pasó justo un año después a 20.589. En enero de 2015 la cifra volvía a bajar, en esta ocasión, hasta los 15.225. En verano de ese año el número cayó a 13.956 y a finales de 2015 bajó a los 12.747. Pero a partir de entonces, se ha dado la vuelta a la situación, volviendo a un crecimiento positivo y ganar 550 nuevos inscritos desde entonces para dejar ahora la cifra en 13.300 demandantes.

Sin embargo, hay una tendencia que persiste. Y es que cada vez son menos los gallegos que aspiran a acceder en propiedad a una vivienda de protección pública. Esta modalidad sigue en descenso y la que resurge, y de hecho es la que permite crecer el registro, es la demanda de alquiler.

En el año 2012 eran más de 8.600 las personas que solicitaban comprar una vivienda protegida. Por cada dos que apostaban por el alquiler -una opción más económica-, había otra que prefería la adquisición en propiedad. Pero a partir de este año, dado las dificultades económicas derivadas de la crisis y la escasa oferta, la compra fue perdiendo interés. Así en 2014 ya eran 5.300 los demandantes que apostaban por la adquisición, cifra que bajó a 2.574 en enero de 2015 y a 1.985 a principios del actual ejercicio. Ahora, el número ha bajado un poco más, hasta los 1.885.

Si en 2012 había dos solicitantes de alquiler por cada potencial comprador, ahora resulta que la proporción es de seis a uno, pues el registro de la Xunta cuenta con 11.415 inscritos que han solicitado en alquiler una vivienda protegida.

Como es tradicional, la mayor demanda corresponde siempre a la provincia de Pontevedra, con Vigo como la ciudad que marca la diferencia. En total, hay 5.868 personas apuntadas en el registro, de las que 876 optan por adquirir el inmueble en propiedad. Solo en el concello de Vigo ya hay 4.108 apuntados, la cifra más alta de cualquier municipio gallego -el segundo es el de A Coruña, con 2.286-.

En la provincia de A Coruña los inscritos son 5.297, de los que 748 apuesta por la compra del piso protegido. En Lugo, los apuntados se acercan a los 1.700, de los que 220 eligieron la adquisición como modalidad. En Ourense, la demanda es mínima. En el registro de la Xunta solo están incorporados 465 demandantes, de los que únicamente 41 solicitaron acceder a una vivienda protegida en la modalidad de compra.

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