La Autopista del Atlántico y el resto de las vías de pago agrupadas en la concesionaria Itínere, incluidas la AP-53 de Santiago a Ourense, la AG-55 que une A Coruña y Carballo y la AG-57 que va de Vigo a Baiona, están más cerca de cambiar de dueños. Hace tiempo ya que algunos de sus principales accionistas desvelaron su intención de hacer caja con la compañía y este verano ese propósito empezó a tomar forma con la aparición del grupo Globalvia como firme candidato a la adquisición. Pero había un importante lastre para que las negociaciones fructificaran. Que la participación en la carretera más importante de Galicia fuese mayoritaria para que los nuevos propietarios puedan decidir sobre la gestión. Una condición que se cumple ahora que, según confirman a FARO varias fuentes conocedoras de la situación, Kutxabank se une al grupo de accionistas con ganas de vender. Hay interés. Además de Globalvia, en la carrera por hacerse con Itínere acaba de entrar APG, el fondo holandés que lleva las riendas del mayor plan de pensiones de Europa.

"Es cierto que las cosas avanzan, que hay varios puntos de inflexión respecto al panorama del verano -apuntan en el entorno de Itínere-, pero no todo está tan resuelto como parece". De hecho, El Confidencial publicaba ayer que los accionistas dispuestos a desinvertir han contratado a la firma Société Générale para seleccionar la mejor oferta con el objetivo de completar el proceso antes de que acabe el año. Lo que, entre otras cosas, permitiría a los implicados engordar sus respectivas cuentas del ejercicio con una suculenta plusvalía.

Abanca controla el 23,8% del capital de Itínere. Sacyr, un 15,5%. Y Liberbank, otro 5,8%. El resto de los títulos (54%) son de la sociedad Arecibo, en la que participan el fondo de inversión estadounidense Corsair -comprador de la parte que anteriormente tenía Citi- y Kutxabank. La ruptura del pacto societario que ambas mantenían para retener el poder en Itínere es un hecho, según las fuentes consultadas por FARO, por lo que el porcentaje en venta, con lo que pone la caja vasca, superaría el 60% y entregaría el bastón de mando al comprador.

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APG no es un desconocido en el mercado español. En 2014 desembolsó 237 millones de euros para tomar el 49% de una filial de Elecnor para proyectos de transmisión de energía. El fondo, sobre el que Expansión adelantó su apetito por Audasa y el resto de las concesionarias de Itínere, administra las pensiones de una de cada cinco familias holandesas, con un total de 424.000 millones de euros de inversión, lo que le convierte en el líder del sector en Europa y uno de los referentes en todo el mundo.

El otro interesado en la transacción que ha transcendido oficialmente, Globalvia, también está en manos de fondos de pensiones. De tres. Pensioenfonds, PGGM, el segundo más importante de Países Bajos, por detrás, precisamente, de APG; OP-Trust, que opera en Canadá; y Universities Superannuation Scheme (USS), que trabaja con la plantilla de las universidades británicas.

1.000 millones con la Autopista del Atlántico como joya

  • Desde que se conoció la vocación de venta de buena parte de los accionistas históricos de Itínere, las estimaciones sobre el posible montante de la operación rondan los 1.000 millones de euros. No sería el valor real de las concesiones que aglutina porque a esa cantidad habría que añadir los 3.000 millones de euros que arrastra de deuda.De largo, el principal negocio de Itínere viene de Audasa. La explotación de los 219,6 kilómetros que discurren desde Tui a Ferrol, con un plazo de concesión hasta 2048, dejó un beneficio neto el pasado año de casi 45 millones de euros. El 48% del total de ganancias del grupo concesionario. En el primer semestre del actual 2016, el resultado de Audasa alcanzó los 17,4 millones, un 20% más que en el mism periodo de 2015. Los tráficos entre enero y junio crecieron un 3,3%.En el accionariado de la AP-53, donde Itínere tiene el 18,36%, está presente Globalvia, que controla el 61,39% del capital.