Una llamada de madrugada de la policía, del 061 o de un hospital para comunicar a un padre o a una madre que su hijo está ingresado por un coma etílico causa "mucha preocupación". "Creo que eso es lo que le ha pasado a la familia de esta niña", explica Suanzes, recordando la imagen de Raili. "La imagen impresiona", concede, aunque cree que puede servir "para concienciar un poquito y que los chavales piensen y que si un amigo está en esa situación no duden en llamar". Porque Sanidade aconseja ante un caso de intoxicación etílica aguda llamar a urgencias o, si son fiestas populares, acudir al dispositivo de la Cruz Roja.

"No pasa nada por un disgusto familiar. Es mucho menos importante que un problema médico", alega Suanzes. "Es mejor una atención médica temprana aunque sea con un ingreso" que dejar al joven sin atención o atenderlo mal. Así, por ejemplo, apunta que es un error intentar "despejar" con agua a los que padecen estas intoxicaciones por alcohol, dado que uno de los efectos del consumo de esta sustancia es la pérdida de calor y las hipotermias "son frecuentes" en estos casos. "La recuperación tarda más que si lo atendemos rápidamente", subraya.

"No me atrevo a valorar si se debe o no hacer esto", señala volviendo a la imagen de Raili, que achaca a la "preocupación" de los padres por su hija y el resto de los chicos. Pese a descartar iniciativas así desde la Administración, admite que puede servir para que la gente se preocupe, porque el problema, recalca, es "también de los adultos".