El verano enfila su recta final en Galicia con la previsión de batir a final de año su récord histórico de visitantes y superar la barrera de los cinco millones de turistas. De momento, los datos oficiales que se conocen van por esa senda y muestran que la comunidad como destino turístico de referencia se consolida un poco más cada temporada, porque se ha incrementado el número de viajeros y de pernoctaciones, así como el porcentaje de ocupación y la rentabilidad de un sector que durante los últimos años congeló los precios para no perder posiciones en un mercado marcado por la crisis.

Para tratar de medir la satisfacción del cliente y la evaluación que hacen de la comunidad como lugar de vacaciones, FARO DE VIGO ha encuestado a cien turistas de las áreas de Vigo, Pontevedra, Arousa O Morrazo y Ourense para que expresan su opinión. La puntuación media que le dan a Galicia es de sobresaliente, concretamente un 9,1 sobre un máximo de 10. La oferta turística gallega, por tanto, no solo aprueba, sino que lo hace con nota y además alta.

A criterio de los encuestados, lo mejor de Galicia, y con diferencia, es la gastronomía. Es la opinión mayoritaria. Se van encantados de las posibilidades que ofrece la cocina gallega, con especial referencia al marisco y, cómo no, al pulpo, omnipresente en las mil fiestas que se celebran cada verano en la comunidad. También destacan la calidad de la extensa red de playas que jalonan sus casi 1.500 kilómetros de costa y el paisaje y la naturaleza dominado por el color verde y los contrates entre la montaña y el litoral, con un lugar paradigmático como las islas Cíes.

Por supuesto que también le ponen pegas al encanto gallego. Y el principal no es otro que lo fría que está el agua en las playas, una característica, precisamente, responsable de la riqueza pesquera y marisquera de las rías. Turistas procedentes del Cantábrico, del Mediterráneo y de otros países del extranjero no dejan de señalar esta circunstancia como lo peor de Galicia. Como puntos negros, pero ya en menor medida, señalan el tráfico, el estado de las carreteras, la falta de aparcamientos o la escasez de señalizaciones viales. También los hay, y no son pocos, los que señalan que no encuentra ningún motivo de reproche sobre su estancia en la comunidad. Y por supuesto, algunos encuestados identifican el mal tiempo en verano como uno de los inconvenientes para visitar a Galicia, si bien el actual es uno de los mejores que se recuerdan, con apenas un par de día de precipitaciones. Pero se ve que el recuerdo deja huella a la hora de evaluar a la comunidad como destino turístico.

Preguntado por el precio de los servicios en Galicia, una mayoría considera que son baratos, si bien también los hay que no encuentran diferencia con respecto a otros lugares de España y otros que consideran que son más caros, pero son los menos.

A la hora de poner nota a la oferta turística de Galicia, la calificación media es sobresaliente. De hecho, nada menos que 42 de los 100 encuestado pusieron un 10, mientras que otros 29 se decantaron por el 9. Otros 24 evaluaron Galicia con un 8, cuatro más con un 7 y solo uno puso un 6, la calificación más baja.

Según los últimos datos del INE, 730.053 viajeros acudieron a Galicia el pasado mes de julio, lo que supone un incremento del 7,4% con respecto a 2015. Las pernoctaciones alcanzaron el 1,704 millones, lo que significa un crecimiento del 13,5%. Parejo a esta cifras también subió la rentabilidad de los establecimientos hoteleros, con un aumento del 8,3% tras años de estancamiento y bajada para no perder posiciones en el mercado nacional a causa de la crisis. De seguir así lo que queda de año, al final se batirá el récord histórico de turistas con más de 4 millones.