El Gobierno gallego impulsará un nuevo sistema de reestructuración de la superficie para facilitar la movilidad de tierras agrarias, bajo la denominación de Plan Marcos. Este mecanismo se concibe como complementario a la concentración parcelaria tradicional para zonas de pequeño tamaño (entre 50 y 200 hectáreas).

El nuevo modelo consiste en un intercambio voluntario entre titulares de explotaciones y arrendamientos de las fincas no utilizados con carácter reversible y temporal, durante 15 años, aunque prorrogable. Entre las ventajas de este sistema está su "agilidad" porque podría completarse en unos seis meses, y el bajo coste, ya que se adapta a las infraestructuras viales existentes y las parcelas mantienen su morfología. Por el momento, se trata de un proyecto piloto y se estudia sobre qué zonas empezar a trabajar. Sobre la mesa están Vilalba (Lugo); Eume y Ortegal, en A Coruña; y Deza, en Pontevedra.