Las carreteras gallegas y españolas han sufrido un verano negro. Tan solo seis comunidades cerraron el balance de julio y agosto y de lo que va de año con menos fallecidos en siniestros de tráfico. Galicia no figura en esta lista. Las escapadas de fin de semana a la playa o a la aldea y los desplazamientos durante estas vacaciones dejaron en la red viaria gallega un total de 21 muertos, tres víctimas mortales más que el verano pasado. No es una excepción. Las cifras de accidentalidad viaria en lo que va de año -en concreto hasta el lunes pasado,- revelan un aumento del número de muertos en Galicia de más del 20%, con un total de 67 fallecidos frente a los 56 en el mismo periodo del año pasado.