Una plaga de avispillas asiáticas de poco más de 2,5 milímetros que entró en Europa hace más de una década a través de Italia amenaza la producción de castañas de Galicia. "Es una plaga que tiene bastante impacto. Acaba de entrar recientemente en la comunidad y está haciendo daño. Una vez que ha llegado es imparable", reconoce Adolfo Cordero, catedrático de Ecología de la Universidade de Vigo. En otros países que ya han padecido esta plaga la producción de castañas se redujo un 80%.

Galicia es la mayor productora y exportadora de castañas de España. Cada año produce entre 15.000 y 25.000 toneladas, más de la mitad de las que se recolectan en el conjunto del país. El sector mueve en la comunidad cerca de 40 millones de euros cada año. Unas 10.000 personas recogen todos los otoños este fruto.

La primera vez que se detectó esta avispilla (dryocosmus kuriphilus) en Galicia fue en 2014. Desde entonces la plaga se ha extendido por todo el territorio. "Como es un animal tan pequeño y pone huevos en las ramas no es detectable con facilidad", asegura el investigador.

Un castaño está infestado cuando aparecen protuberancias (los expertos las llaman agallas) de color verde o rosáceo en las ramas o en el nervio central de las hojas que impiden su floración. Aunque no matan el árbol prácticamente le impiden producir frutos. Unos pueden secarse, pero otros siguen viviendo, e incluso creciendo, pero prácticamente no dan castañas. Cada hembra de esta avispilla pone en cada puesta entre 100 y 150 huevos que nacen a los 40 días.

Este insecto de tonalidades oscuras y patas amarillentas es originario de China y pasó a Japón en 1941. El primer país de Europa que lo detectó fue Italia en 2002, debido a la importación de castaños para realizar mejorar genéticas. Allí ha provocado la destrucción del 8% de los castaños y en 2013 solo se recolectó el 20% de la producción habitual de su fruto. También han luchado contra esta plaga en países como Francia o República Checa.

"Los daños en Italia han sido muy cuantiosos y también en Francia. Durante estos últimos años, la producción de castañas en Galicia se ha animado mucho porque prácticamente no había producción en Italia y Francia. Se vendía muy bien la producción española, pero ahora nosotros tenemos el problema también", explica el catedrático de Ecología de Vigo.

En España entró por Cataluña en 2012 y a Galicia llegó en 2014. Por ejemplo, en la zona de Ronda (Málaga) el cien por cien de los árboles está afectado. Tanto en Italia como en Francia llevan luchando contra esta plaga desde hace más de diez años y han probado distintos métodos, como quemas o podas. Pero no han dado resultado.

Francia e Italia

Tampoco funciona la fumigación, porque el insecto está dentro de una agalla en forma de larva. Se puede fumigar el castaño pero no muere porque está protegido. Otra fórmula sería inyectar insecticida en el árbol, pero sería muy costoso.

En Italia y Francia se está recuperando la producción con un sistema de control biológico que consiste en la suelta de otra avispilla (torymus sinencis), también de origen chino, que parasita a la anterior. Esta avispa pone sus huevos dentro de las larvas de la avispilla del castaño y la mata.

En estos momentos, en Galicia se está en la fase previa para conseguir la autorización de la suelta del controlador biológico. El permiso depende del Ministerio de Sanidad. Se han realizado sueltas de prueba, pero aún no están aprobadas por las evaluaciones de riegos que hay que hacer. "Puede provocar problemas inesperados. Que no los haya dado en Italia o Francia no quiere decir que no los vaya a dar aquí", explica el investigador.

Cordero reconoce que desde hace unos años hay más plagas. "La situación ha ido empeorando. Tenemos más casos de introducción de insectos foráneos de manera accidental debido a las importaciones de plantas, de neumáticos o de madera", asegura.