La crisis del lácteo gallego desde la desaparición de las cuotas lácteas en abril del año pasado se alarga y los precios que perciben los productores se hunden. Un año después de las tractoradas que colapsaron Santiago y las principales comarcas lácteas gallegas con las que los ganaderos denunciaban las bajas tarifas, la situación, lejos de mejorar, ha hecho tocar fondo a más explotaciones. Las estadísticas del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) revelan que en junio -último mes del que hay datos- los productores gallegos recibieron apenas 26,9 céntimos por cada litro de leche, la tarifa más baja desde la otra gran crisis láctea de 2009, en la que el sector también sacó los tractores a la calle. Hay que remontarse a ese año para encontrar tarifas que rondan los 25 céntimos. Ni siquiera el año pasado durante las protestas los precios cayeron hasta los 26 céntimos, ya que se movían entre los 28 y los 27.

El dinero que percibe de media una explotación por la venta de la leche es ya un 20% menos de los 34 que cuesta producir cada litro. Es decir, por cada litro se pierden ocho céntimos. Si se tiene en cuenta que en junio la producción rondó las 220.813 toneladas, el lácteo gallego perdió en un mes 17 millones de euros, una media de 2.000 euros por cada granja. Esta última crisis en el sector se alarga desde junio de 2014, cuando los ganaderos por lo menos sí cubrían gastos.

La acumulación de pérdidas ha llevado a más de 550 explotaciones gallegas a la quiebra en el último año. Cada ejercicio cierran medio millar de granjas, 12 a la semana. Es un goteo continuo que se llevó por delante desde 2009 a más de 4.200 explotaciones en Galicia. En la actualidad, son 8.806 los ganaderos que realizan entregas de leche a la industria, un 6% menos que el año pasado y un 33% menos que hace siete años.

Aun así, Galicia concentra la mitad de las 15.876 granjas lácteas de España y el 40% de la producción. Ese peso no se traduce en los precios porque la comunidad aparece un mes más al final de la tabla. Por debajo de la media estatal de 28,8 céntimos se sitúan, junto a Galicia (26,9 céntimos), Aragón y Cantabria con 27,5 y 27,7 céntimos, respectivamente. En cambio la crisis del lácteo pasó de largo por comunidades como Canarias, donde cobran 44 céntimos por litro.

La crisis del lácteo obligó a las granjas a reducir su cabaña y por tanto su producción. Solo Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y La Rioja superaron en junio la cantidad de leche vendida a las industrias respecto al mismo mes de 2015. En Galicia la cifra se redujo en un 3%.

Aparte de los bajos precios, el sector debe hacer frente a los contratos a la baja de algunas industrias y a las ofertas de centros de distribución por vender productos lácteos foráneos. Por eso, volverán a salir a la calle el próximo mes. La asociación Agromuralla organizará el 6 de septiembre una manifestación en defensa del sector lácteo en Lugo para denunciar que en el campo gallego no se notaron los resultados positivos del acuerdo lácteo firmado hace ahora un año en Madrid entre el Gobierno central y parte del sector tras las tractoradas del verano.