Vacaciones en la playa, una escapada a la casa de la aldea, el retorno de emigrantes y sus descendientes de otras comunidades o de fuera de España y el tirón del turismo. En verano, los pueblos y villas gallegas se llenan de forasteros y de familiares. La avalancha de visitantes es tal que, al menos durante la época estival, se detiene el declive demográfico de la comunidad disparando la cifra de habitantes de cada municipio, ya sea de costa o del interior. Galicia, sin contar con los habitantes de las siete ciudades, casi duplica su población en los meses de julio y agosto. Es lo que se conoce como población estacional, que en la comunidad gallega asciende a 3,2 millones de personas frente a un padrón fuera del periodo de vacaciones de apenas 1,75 millones -en el que no se contabilizan los habitantes de las siete ciudades-, según el informe del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Donde más se nota este incremento es en la provincia de Pontevedra que triplica su población en época estival en sus municipios, sin incluir a la capital ni a Vigo. Y el caso más destacado es el de Sanxenxo, que en verano multiplica por siete su censo habitual de vecinos.

Salvo el pequeño municipio ourensano de Montederramo, que en verano pierde población (-30%), el resto de ayuntamientos gallegos suman vecinos en vacaciones. Localidades que cuentan con tantas viviendas como residentes censados pasan de tener la mayoría de hogares sin inquilinos en invierno a casi no poder encontrar un piso vacío en verano. Hasta un total de 76 concellos llegan a tener en julio y agosto más del doble de su población habitual: 52 de ellos de la provincia de Pontevedra, 18 de Ourense, 4 de A Coruña y 2 de Lugo. O lo que es lo mismo, uno de cada cuatro municipios gallegos duplican sus habitantes durante las vacaciones, con la inyección que este crecimiento demográfico supone para la economía de la comunidad.

El verano transforma el censo de cada municipio gallego pese a que la comunidad lleva ya casi 30 años en números rojos. Por séptimo año consecutivo, Galicia perdió población en 2015. ¿Los motivos? La marcha de gallegos y extranjeros a otros lugares debido a la crisis, la caída de los nacimientos y el aumento de la mortalidad.

Los 307 ayuntamientos gallegos incluidos en la lista de Hacienda, que no analiza las siete ciudades, tienen inscritos en su padrón más de 1,74 millones de vecinos, que en vacaciones suman 1,5 millones más disparando su población total por encima de los 3,2 millones (un 87% más). En los últimos años, Galicia capta cada vez a más visitantes durante el periodo estival. Sin embargo el crecimiento de su padrón tiene un ritmo mucho más lento. Si en 2010 eran apenas 1,6 millones los residentes censados en los pueblos y localidades medianas de Galicia y poco más 2,7 millones su población estacional máxima, el aumento del padrón hasta la actualidad fue del 10,8% mientras que el de foráneos alcanzó el 20%.

Crece en Pontevedra

Por provincias, Pontevedra protagoniza en verano el mayor crecimiento estacional, con casi el triple de población que el resto del año. En concreto, el padrón en los municipios pontevedreses se dispara de poco más de 554.000 residentes a casi 1,6 millones durante la época estival, lo que supone 1,036 millones de veraneantes y un crecimiento global de su censo, sin contar Vigo y Pontevedra, de un 187%.

En la provincia de A Coruña, sin los datos de la capital herculina, Ferrol y Santiago, el incremento estacional ronda los 276.000 visitantes -más de un millón en verano frente a los apenas 725.000 (+38%)-. La provincia de Ourense, sin contar la ciudad de As Burgas, pasa de más de 219.000 vecinos a casi 347.000 en los meses de julio y agosto, en total más de 127.000 vecinos en verano (un 58% más). El menor incremento estacional lo registra la provincia de Lugo (33%), con casi 82.000 habitantes más en esta época del año -más de 328.000 vecinos frente a los poco más de 246.500 del resto del año-.

De los municipios de tamaño medio, Sanxenxo pulveriza todos los registros. A sus más de 17.000 inscritos en el padrón, se suman casi 113.500 visitantes en verano (siete veces más), una cifra que solo superan los principales enclaves de sol y playa de localidades del Levante. En términos absolutos, Ponte Caldelas, Vilagarcía y Cangas son los concellos que ganan más población en verano: más de 83.000, 60.000 y 47.000, respectivamente. Es Ponte Caldelas el que en términos porcentuales se sitúa a la cabeza del ranking autonómico, que multiplica por 15 su población: de los apenas 5.700 residentes pasa a casi 90.000 en julio y agosto. Le siguen en el ranking de la provincia, Sanxenxo (+645%), Lalín (234%), Forcarei (220,4%), Dozón (204,2%) y A Estrada (203%).

Localidades costeras como Nigrán, A Guarda, O Grove, Caldas o Cangas triplican su población en verano, prácticamente el mismo aumento que tienen municipios del interior como Cerdedo, Soutomaior, aunque en este caso es más fácil puesto que tienen menos vecinos. En la provincia de Pontevedra tan solo dos ayuntamientos registran en verano un crecimiento por debajo del 30%: Ribadumia (casi 29%) y Vila de Cruces (23%).

Resto de provincias

En la provincia de A Coruña, son cuatro los concellos que duplican su población en verano: Miño, Laxe, Corcubión y Ares. Casi llegan a doblar su padrón en la época estival Valdoviño, Vilasantar, Fisterra y Cabanas. De la comarca de A Coruña, destacan los incrementos estacionales que registran Curtis (67%), Oza-Cesuras (66%), Bergondo (56%), Pontedeume (51%) o Sada y Abegondo (45%).

Pero en términos absolutos los municipios coruñeses que captan más turistas y familiares residentes en otras localidades o países son Ribeira (con 12.800 habitantes más en verano, un 46% más que el resto del año), Carballo, casi 11.700 más (37%); Oleiros, cerca de 11.500 más (33%); Arteixo, 9.300 (30%) y Miño, 7.400 (128%).