Cristina Losada decide dar el salto de las tertulias a la política y lo hace de la mano de Ciudadanos por dos razones: su oposición al nacionalismo y su proyecto de "cambio sensato". Nació en Vigo en 1954, estudió Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, donde militó en la Liga Comunista. Después de viajar durante siete años y residir en distintos países, se instaló en Vigo en 1999, desde donde colabora con Libertad Digital y participa en tertulias de la TVG y la Cope y preside la asociación Vigueses por la Libertad.

-¿Por qué dejo de ser de izquierdas?

-Vengo de una familia con cierta tradición política contra la dictadura franquista. En la universidad me integré en la Liga Comunista Revolucionaria, un grupo trotskista, en el que estuve militando hasta las primeras elecciones democráticas. Ahí se produjo un primer cambio porque lo que esperábamos que sucediera, no ocurrió y uno descubre que algo en lo que creía no era verdad. Me consideré de un modo heterodoxo de izquierdas hasta el 11 de septiembre cuando atacaron las Torres Gemelas y vi la reacción de mucha gente progresista que celebraba el atentado. Eso me produjo rechazo y decidí que no podía seguir considerándome de izquierdas.

-¿Cúal es su opinión sobre las políticas del PP en la Xunta? ¿Qué cambiaría?

-Eso sería anticiparme demasiado. No puedo entrar al detalle en qué mejoras o qué reformas vamos a proponer. Pero hay unas líneas generales que defiende Ciudadanos y que son el cambio sensato, sin aventuras y sin experimentos.

-Pero, ¿tendrá usted alguna opinión sobre Núñez Feijóo?

-Sus políticas son mejorables. Yo creo que ha estado más pendiente de potenciar sus posibilidades políticas a nivel nacional en lugar de sus responsabilidades como presidente. Galicia es una de las comunidades donde más corrupción ha aflorado (Pokemon, Patos...) Es evidente que hubo un mal uso de las instituciones y del dinero público. Imagino que ése será uno de los puntos centrales de Ciudadanos.

-Feijóo ha asegurado que si no consigue mayoría absoluta intentará pactar con el PSOE. A Ciudadanos ni lo contempla...

-Eso lo atribuyo a que está preocupado. Si no le preocupara Ciudadanos no lo omitiría tan significativamente de sus declaraciones y de sus disposiciones de pacto.

-¿Apoyará Ciudadanos al PP si no consigue mayoría absoluta?

-Eso es ir muy por delante de los acontecimientos.

-Pero, ¿tendrá un proyecto que exponer a los militantes de Ciudadanos?

-Primero hubo una primera fase en la que deben valorar el perfil de los candidatos que se presentan a las primarias y luego se verá cuál es la política que se decide en su momento. Ciudadanos es un partido dispuesto al diálogo sobre todo con los partidos constitucionalistas.

-¿Y ese diálogo puede incluir a En Marea?

-Son muy antagónicos a Ciudadanos. No son partidos constitucionalistas. Los partidos emergentes que surgieron por la izquierda están sumamente impregnados de malas ideas nacionalistas.

-¿Cree que en Galicia el nacionalismo es un problema?

-El nacionalismo tiende a dividir a la sociedad en buenos y malos gallegos.

-Usted defiende la libertad lingüística. ¿Considera que en Galicia no existe esta libertad lingüística?

-No hay ningún problema en la sociedad con los idiomas. El único problema es que hay partidos que quieren imponer y erradicar uno de los dos idiomas cooficiales de Galicia. La Administración debe reflejar el bilingüismo de la sociedad gallega y tiene que emplear los dos idiomas cooficiales. Esto es lo que hay que hacer y lo que a veces no se hace.

-¿Cree que habría que derogar o cambiar el decreto del plurilingüismo?

-Necesitamos un poco más de tiempo. Queda mucho por hacer y por pensar.

-En un artículo publicado en el año 2002 en relación al "Prestige", usted hablaba del "arraigo en Galicia de una cultura de la subvención, de la que surge una actitud básicamente pasiva y ruidosamente quejosa". ¿Mantiene esa definición para los gallegos?

-No definí a los gallegos para nada así. Se está manipulando y descontextualizando lo que escribí. Ahí se hablaba de la cultura de la subvención que no nace espontáneamente, sino que es cultivada por partidos políticos que intentan comprar voluntades o crear redes clientelares mediante el reparto de subvenciones. Y no digo que eso se hiciera con el "Prestige". Las ayudas que tenían que darse se dieron y hay que ayudar a quienes lo necesitan.

-Ciudadanos empezó con mal pie en Galicia asegurando que el AVE gallego no era prioritario. Ahora incluye en su programa la vertebración de Galicia con alta velocidad. ¿Defenderá usted el AVE gallego?

-Lo que se criticó fue la planificación general de las infraestructuras de transporte. Ciudadanos no va a obstaculizar el AVE a Galicia. Eso se está usando contra Ciudadanos torticeramente.