La salida de la doble recesión era una condición indispensable, según los expertos, para que el mercado laboral también dejara atrás el duro ajuste que arrastraba desde el arranque de la crisis. Tanto desde el punto de vista de la ocupación como de la mejora de las condiciones para acceder a un empleo. Así que lo lógico era esperar que el pasado año mostrara esos primeros síntomas del cambio de ciclo en los contratos. El Producto Interior Bruto (PIB) nacional creció un 3,2%, el mayor avance desde 2007. Los trabajadores en activo aumentaron en 525.000. ¿Y los sueldos? Pues un 1,1%, hasta los 22.850,57 euros brutos al año, según los primeros datos oficiales sobre la evolución salarial que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de Galicia, la subida del PIB fue mucho más discreta, del 2,3%, como estima el Instituto Galego de Estatística (IGE), con 32.000 ocupados más. También el comportamiento de las retribuciones a los trabajadores es otra. Fue una de las cuatro comunidades que el pasado año acabó con un descenso salarial. Otro más. Del 0,3% esta vez. En los dos últimos años, la caída alcanza los 100 euros y 260 desde 2011.
El salario medio bruto en Galicia alcanzó el pasado ejercicio los 19.795,57 euros. Son 3.000 euros al año, unos 250 euros mensuales, por debajo de lo que cobran normalmente los trabajadores del resto del país. Y el tercer importe más bajo entre las comunidades. Únicamente se embolsan menos los empleados en Canarias (19.324 euros) y Extremadura (18.781). A diferencia de Galicia, en ambas se registraron subidas salariales en 2015. Del 2,7% y el 0,7% respectivamente. La caída de las remuneraciones en Galicia es la segunda mayor, por detrás de Castilla-La Mancha, con 19.943 euros brutos al año de media para sus trabajadores tras un descenso del 3,6% en comparación con 2014.
Las mejores remuneraciones se concentran en cuatro regiones. Las que influyen al alza en el cálculo del salario medio en España. El resto de comunidades se encuentran a una distancia considerable de esos 22.850 euros que ronda el sueldo bruto nacional. ¿Cuáles son los cuatro territorios que pagan más a sus plantillas? Madrid, con una subida del 1,6% en 2016 que consolida su primera posición: 27.618 euros. O, lo que es lo mismo, cerca de 7.900 euros más que lo que reciben los gallegos. A continuación está País Vasco, con 26.765 euros anuales, un 0,3% menos que el ejercicio precedente. En Cataluña, donde está otra de las alzas destacadas, un 1,6%, el salario medio bruto cotiza a 24.222 euros; y en Navarra roza los 23.700, después de una ligera disminución del 0,1%.
Con la suma de todos los componentes que lo forman, más allá del salario que directamente va al bolsillo del trabajador, el coste laboral en Galicia llegó en 2015 a los 26.949 euros, lo que representa una caída del 0,6%, frente al 0,5% de aumento en el conjunto del Estado, con 30.643 euros por empleado al año. La clave de que el coste laboral total baje más que el recorte de sueldos en Galicia viene de la rebaja, un 1,6%, en el resto de partidas que no son sueldo. Especialmente en lo que concierte a las indemnizaciones por despido. De media, unos 179,8 euros por empleado, la menor cantidad desde 2008.
Las cotizaciones obligatorias tocan, en cambio, su máximo en los últimos ocho ejercicios, con 6.516,12 euros, un 0,6% más que en 2014; las voluntarias, como los fondos de pensiones, se desploman un 10,1%, hasta los 116 euros. Es un 62% por debajo de lo que se aportaba en 2011, según la Encuesta Anual del Coste Laboral del INE. Las prestaciones sociales se mantienen en los 161 euros. A gasto en formación van cerca de 72 euros, un 12% más que el año anterior. El desembolso por transporte dentro de las dietas aumenta un 16%, con 11,4 euros al año; otros 18 euros son gastos de carácter social (-1,6%); y al resto de costes se dedican 262,5 euros.
Con el impulso en 2015 de las medidas de fomento del empleo para combatir la todavía elevadísima tasa de paro, las subvenciones y deducciones de las administraciones públicas rondaron en Galicia los 183,17 euros. El incremento respecto a 2014 es del 25%. Sin esta aportación, el coste laboral neto por trabajador en la comunidad ronda los 27.000 euros.
