Una jornada antes del Día de Galicia, la Xunta entregó las Medallas de Oro de la comunidad, la máxima distinción que concede y que recayeron en el escultor Francisco Leiro, el académico Basilio Losada, el arquitecto Manuel Gallego Jorreto y el grupo de rock Los Suaves. En una ceremonia celebrada en la Cidade da Cultura, las referencias al sentimiento gallego fue el denominador común, sobre el que también incidió el presidente del Gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo, en su intervención ante un nutrido público en el que no había representantes ni del BNG y de AGE, aunque sí estaba el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, integrado en las mareas municipalistas.

Feijóo apeló a un galleguismo cosmopolita, interrelacionado con las demás sociedades y culturas y contrario al encerramiento en sí mismo. A lo que él se refirió como un "patriotismo gallego humano nada dogmático y cosmopolita" para el que todo lo distinto no debe considerarse una "amenaza" y en el que no tienen cabida ideas como "dispersión, insolidaridad o autarquía".

"Los gallegos aprendimos durante nuestro paso por la historia que los pueblos aparentemente pequeños no están condenados a serlo si son capaces de tejer redes de cooperación y colaboración. Lo nuestro no se salvaguarda con murallas, siempre expugnables, sino haciéndolo presente en grandes conjuntos que respeten la diversidad", dijo en su discurso. "En el mundo de hoy, caminar en solitario es retroceder, ser vulnerables y estar a merced de las adversidades", añadió.

En esta línea de abrirse al exterior, comentó el presidente, vivir sin prestar atención a lo que pasa fuera no impide que la realidad siga su curso. "Podemos darle la espalda, pero seguirá estando ahí. Podemos pensar que no nos afectan las encrucijadas del proyecto europeo, las crisis humanitarias o los desafíos de la intolerancia terrorista, pero esa actitud no solucionará nada", sostuvo, porque a su juicio ahora no hay límites entre los "asuntos locales y los globales". Para resolver estas incertidumbres, añadió Feijóo, Galicia no tiene fórmulas magistrales, pero destacó que al menos posee un "estilo de convivencia avalado por el tiempo y los resultados".

Y esta convivencia es la consecuencia de un "país de síntesis" donde se mezcla lo tradicional con lo moderno, lo urbano con lo rural, la industria con la agricultura y la conservación con la innovación. "En cada una de las antítesis de la realidad gallega no hay abismos sino puentes. Ninguna de las partes de nuestra tierra quiere romper con la otra, sino complementarse, innovar sin romper ni menospreciar la tradición", dijo, en referencia a la trayectoria de las galardonados con las Medallas de Galicia.

Entre los asistentes figuraban Pérez Touriño, Pilar Rojo, Julián Barrio, Leiceaga, Ramón Villares, Xesús Alonso Montero, Martiño Noriega, Miguel Santalices, Romay Beccaría, Santiago Villanueva, pero como ya es habitual, ningún representante del BNG y AGE.