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Las inversiones en capital riesgo del Ejecutivo gallego

La Xunta acumula 32 millones en acciones de empresas tras inyectar otros cinco millones

Sodiga aguanta en beneficios, algo más de un millón de euros -El saneamiento por el deterioro de las acciones alcanza los 23,4 millones y hay 18,7 millones morosos en créditos

A la Xunta no le quedó otro remedio que frenar en seco sus inversiones en nuevas empresas durante los años de la doble recesión. Por falta de fondos, pero también porque su cartera de participadas acumulaba enormes pérdidas provocadas por el golpe de la crisis en esas compañías de las que es socia. Los números rojos de Sodiga, el brazo de la administración autonómica para otorgar préstamos participativos y compras temporales de acciones de sociedades que no estén en Bolsa y tengan relación con el desarrollo y la consolidación de la industria en Galicia, llegaron a superar los 50 millones de euros. En 2014, tras varios ejercicios de saneamientos internos e incluso reducciones de capital para absorber las pérdidas acumuladas, llegaron las primeras ganancias. Por encima de los 1,2 millones de euros. Las cuentas de Sodiga cerraron también el pasado 2015 con beneficios, aunque por debajo ya de esa cantidad. Un 13% menos, hasta los 1,067 millones, según el balance que acaba de publicar. El total de inversiones en cartera en estos momentos alcanza los 32 millones de euros tras una inyección de 5 millones en varias empresas durante el pasado ejercicio.

El sector lácteo protagoniza dos de las operaciones formalizadas en los últimos meses. Sodiga desembolsó unos 417.000 euros para tomar el 25% de Dairylac -donde se integran la cooperativa chantadina Icos y la melidense Lasurgal-, especializada en productos de alto valor añadido y una de las candidatas a hacerse con Lácteos Pérez y su filial Alimentos Ruta Xacobea. El Gobierno gallego también ha otorgado a Dairylac un préstamo participativo de un millón de euros con un periodo de carencia que llega al 31 de marzo de 2018. El otro proyecto del sector al que apoya Sodiga es Agrupación de Cooperativas Lácteas, el conglomerado de diez sociedades que desde 2012 gestionan la planta de Clesa en Caldas de Reis después de la quiebra de Nueva Rumasa. El Ejecutivo autonómico alcanza el 15,02% del capital por un importe de 640.000 euros. La presencia pública no es una novedad. Los títulos estaban en manos de Adiante 2000, uno de los fondos de capital riesgo de la Xunta.

Lo mismo ocurre con el 25% de Galician Marine Aquaculture, propietaria de la primera granja de cría de oreja de mar en la ría de Muros. En este caso, la participación le correspondía a Emprende. Ahora pasa para Sodiga, con una inversión de 729.250 euros.

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Otros casi 600.000 euros se destinaron a acudir a la ampliación de capital impulsada en Martínez Otero Contract, una de las firmas de fabricación, instalación y ejecución de proyectos de interiorismo más reconocidas en Galicia -sus trabajos incluyen varios hoteles de las cadenas NH, Hesperia y Hotusa, tiendas de Nespresso, Joyerías Suárez, Tous, Loewe o edificios institucionales como el Parlamento de Galicia y el paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela-, donde Sodiga se queda con el 10,93% de sus acciones. En Gallega de Economía Social, la compañía de elaboración de alimentos que emplea a personas con discapacidad, la sociedad de inversión controla el 13,86% por un montante de 800.000 euros; y el 5,26% en el caso de la electrónica viguesa Cablerías Auto, con una aportación de 762.800 euros.

Después de estas operaciones de inversión, Sodiga cerró el ejercicio con un saldo final de instrumentos de patrimonio de 31,8 millones de euros, de los que 17 millones están contemplados como participaciones a corto plazo en función de las condiciones firmadas en las adquisiciones de capital, y otros 14,8 millones a largo plazo. Ese, sin embargo, no es el valor real de la cartera de participadas de la sociedad, que debe actualizar las cantidades al precio real de mercado a la vista del comportamiento de los respectivos negocios y balances de cada una. ¿Y en cuánto se estima ese valor? En 10,3 millones de euros. Un tercio del coste de la inversión. El resto, 23,3 millones, se restan por el deterioro de las compañías.

En préstamos participativos, las concesiones rozan los 4 millones de euros. Aunque ocurre lo mismo que con las acciones. Hay 1,5 millones que se consideran morosos. De hecho, Naviera de Galicia debe a Sodiga 657,84 euros en intereses de un crédito que venció en 2013. Este 2016 se amortizan los 30.000 euros prestados a Granimondi y 2,8 millones de euros del Grupo Empresarial Copo. El de Dairylac caduca en 2022.

Entre los activos en los que cuelga el cartel de "en venta" están las participaciones en el Club Financiero de Vigo y el Club Financiero Atlántico, en A Coruña, que acaban de lanzar su unión con el de Santiago. Su valor conjunto son 22.800 euros, según desvelan las cuentas anuales de Sodiga.

Los dividendos a cargo del beneficio de las compañías que cuenten con ganancias y las plusvalías -la diferencia entre el desembolso inicial de la Xunta y el precio que pagan luego las empresas para recomprar las acciones- son la principal fuente de ingresos de Sodiga, que también realiza tareas de asesoramiento financiero a estas y otras compañías. Por las cuotas de los créditos en vigor, el montante alcanzó los 1,010 millones de euros, un nivel muy similar al de 2014. La cifra de negocio en 2015 creció un 112% respecto al año anterior, con 3,5 millones de euros. Tras la limpieza de participaciones dudosas y el pago de las comisiones que Sodiga debe satisfacer a su matriz, Xesgalicia, el resultado de explotación se situó en 1,1 millones.

Con la suma del resto de préstamos, la deuda pendiente de recuperar por parte de la sociedad de inversión que maneja la Consellería de Economía, Emprego e Industria supera los 29,6 millones de euros. Pero hay 18,7 millones que se dan por perdidos, por lo que el saldo final se queda en 11 millones de euros.

Frinova y Caramelo dejan un agujero de 18 millones tras sus concursos de acreedores

  • En todos los años de la crisis, con pérdidas que llegaron a los 21,4 millones de euros en 2008 y 12,6 millones en 2012, los dos ejercicios más duros, Sodiga batalla contra el pinchazo de inversiones de calado. Los dos grandes agujeros del ejercicio pasado son Caramelo y Frinova, filial de Pescanova y una las patas de la multinacional pesquera que soportó una mayor quita de sus acreedores para aguantar a flote, del 96% de la deuda. Eso explica que los casi 800.000 euros de préstamo participativo que tenía con Sodiga y el casi 10% del capital social que le costó a la Xunta en su momento cerca de un millón de euros se hayan prácticamente volatilizado. El saldo pendiente de vencimiento entre 2022 y 2013 y que heredan ahora Nueva Pescanova y Pescanova S.A. se redujo a 191.000 euros.Por su parte, Caramelo mantiene una deuda de 371.800 euros tras el concurso de acreedores del que salió en 2014. Sodiga llegó a ostentar el 7,5% de las acciones de la textil antes de su pinchazo -con un desembolso de 3,2 millones de euros- y un préstamo participativo de casi 15 millones de euros. La recuperación será por tanto el 2%.

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