Un total de 33.400 hombres gallegos se ponen cada día el delantal en Galicia, según constata la Encuesta de Población Activa relativa al primer trimestre de este año. Y no solo para echar una mano de vez en cuando con las tareas domésticas, llevando al "cole" a los niños o fregando los platos, sino para asumirlas como su rol principal. De hecho, cada vez son más numerosos los varones que declaran que su responsabilidad primordial es lo que solía denominarse "sus labores". En los últimos seis años su cifra se ha incrementado un 34 por ciento en la comunidad gallega, al pasar de los 24.800 que se registraban en el primer trimestre de 2010 a los 33.400 que se contabilizan a principios de este año, según datos difundidos por el Instituto Galego de Estatística.

A la par, aunque no de forma tan acentuada, en esos seis años la cifra de mujeres gallegas que se dedican a las "labores del hogar", terminología empleada por el INE para referirse a uno de los colectivos, junto a estudiantes y jubilados, que asegura no buscar empleo (inactivo), se ha reducido en Galicia en un 15 por ciento: de las 214.700 de 2010 a las 183.200 de 2016. Con todo, y a pesar de los avances en materia de igualdad registrados durante los últimos años, el sector femenino sigue siendo por antonomasia el encargado de las tareas domésticas. El 85 por ciento de quienes afirman dedicarse a las labores del hogar son mujeres, frente a un 15 por ciento de hombres, es decir, ellas quintuplican la cifra, aunque la reducción implica que 31.500 mujeres se han visto obligadas a dejar el hogar para buscar un trabajo, bien porque su pareja se haya quedado sin empleo o bien para complementar los ingresos y ayudar a sustentar la economía familiar.

Con todo, la tendencia de la mujer a dejar las tareas del hogar, que se nota desde los albores de la democracia por la incorporación del colectivo femenino al mundo laboral, no es homogénea en todos los grupos de edad, y lo mismo ocurre entre los varones que han asumido esa labor en los últimos tiempos. Así, el mayor descenso porcentual, de casi el 50 por ciento, de amas de casa en los últimos siete años se produjo en la franja que tiene entre 25 y 34 años, y en el siguiente estadio de edades, de los 35 a los 44, se registra la segunda mayor caída en el colectivo, del 36%. En estas franjas el abandono puede ir asociado a que esta generación accedió a "mayores niveles formativos y además llegaron al puesto de trabajo antes de que se produjera la crisis", según apunta la profesora de Organización de Empresas de la USC María Bastida.

En cuanto a los varones, el aumento de los que se responsabilizan de las tareas del hogar se concentra en los grupos que van desde los 45 a los 54 años y de 55 en adelante. Entre los primeros, la cifra de "amos de casa" creció un 55% mientras que entre los segundos se duplicó (creció un 111%), pese a que la mayor longevidad de las mujeres hace que sean ellas quienes acaparen el mayor porcentaje de ciudadanos que viven solos. Bastida considera que el que sean varones mayores de 55 tiene que ver con que son los grupos de edad "donde mayor incidencia tuvo la crisis, al menos al principio".

Entre los hombres se registra un descenso en quienes se ocupan de las labores domésticas entre los más jóvenes: la caída entre 2010 y 2016 de este grupo de inactivos entre los 25 y los 34 años es del 26% mientras que en el siguiente tramo, de los 35 a los 44 años, es del 17% pese a que estas generaciones se han criado ya en la democracia y en los últimos años se ha incidido en las políticas de igualdad incluso en la escuela.

El dato general, es decir, cuántos ciudadanos gallegos, de uno y otro sexo, no tienen intención de buscar trabajo fuera porque lo tienen en casa, también ha registrado una caída de casi el 10%. Hace siete años 239.400 gallegos hacían de esta su opción y ahora son 216.600.

En el resto del Estado se está notando también el proceso de incorporación de la mujer al mercado laboral iniciado desde la Transición y que se ha acelerado durante los últimos años de crisis económica. De hecho, en el ámbito estatal la reducción del contingente femenino en casa es del 14% (similar a Galicia), aunque solo crece el masculino un 5%. Son diferentes los datos relativos a la proporción de varones y mujeres que dicen dedicarse a labores domésticas. En España ellos serían un total de 359.600 (de los que casi uno de cada diez serían gallegos), frente a 3.405.200 mujeres. Es decir, en el conjunto del Estado las mujeres casi multiplican por diez a sus compañeros, mientras que en Galicia los datos están más equilibrados, dado que ellas quintuplican la cifra de varones.