Pueda que al final se formalice una gran confluencia de la izquierda rupturista en Galicia, pero el camino no está resultando fácil debido a las diferencias entre la dirección de Podemos y los integrantes de la gestora que promociona la alianza, entre los que figuran los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol, Anova, Esquerda Unida y las mareas municipalistas. Podemos no se siente tentando por este proceso por no coincidir ni con las formas ni con el calendario y de la misma forma que sus representantes se ausentaron esta semana de la reunión convocada en A Coruña para lanzar el proyecto electoral, ayer volvieron a dar plantón a la nueva convocatoria de la gestora celebrada en Santiago.

La secretaria xeral del partido morado, Carmen Santos, ya tenía claro que no iba a asistir, pero la formación estaba estudiando enviar a alguien de "perfil bajo". Al final, no acudió nadie, por lo que la gestora continúa con los preparativos para la asamblea constituyente de una gran confluencia -convocada para el sábado en Vigo- sin participación alguna de Podemos en el proceso.

Ninguno de los alcaldes de Santiago, A Coruña y Ferrol -los tres promotores- quisieron ayer opinar sobre la ausencia de Podemos ni del contenido de la reunión, a la que calificaron como meramente operativa para disponer la logística del sábado en Vigo. En un comunicado enviado posteriormente, se aseguró, no obstante, que la mesa gestora de la Marea Constituínte acordó en su reunión de ayer reiterar la invitación a todos los agentes del cambio para participar en el cónclave del sábado.

A la reunión asistieron Sara Outeiral, Modesto Renda, Sara Torreiro, Antón Sánchez, Xan Xove, David Bruzos, Verónica Campos, Guillermo Crego, y los alcaldes Martiño Noriega (Santiago), Xulio Ferreiro (A Coruña) y Ferrol (Jorge Suárez).

Por su parte, fuentes del partido morado solo precisaron que ellos están ocupados en preparar la asamblea autonómica del día 29 en la que las bases discutirán las propuestas programáticas y la fórmula de concurrencia electoral para posteriormente someterla a votación telemática.

Dentro de Podemos hay claras divergencias en la hoja de ruta a seguir. Carmen Santos quiere que sean las bases las que decidan antes de dar cualquier paso, pero sobre todo apuesta por mantener la marca Podemos y tener una presencia mayoritaria en la listas. Por su parte, el sector crítico -que ya le ha ganados dos votaciones internas a la secretaria xeral-, no quiere que la disolución de Podemos en un gran marea sea una línea roja infranqueable e incluso la barajan como opción posible.