La Red Localis, un foro de investigación sobre el municipalismo conformado por académicos de las tres universidades y profesionales de la administración local, ha realizado un informe sobre la recién estrenada Lei do Solo en el que advierte de sus posibles consecuencias negativas si estas no son corregidas mediante los correspondientes reglamentos normativos. Así, se alerta de que si no se incrementa la actividad inspectora se corre el riesgo de que aumenten las infracciones urbanísticas al amparo de la nueva norma y se avisa de que los concellos tampoco están en condiciones de forzar a rematar las casas inacabadas, a pesar de que pueden imponer multas para ello.

Por este motivo, el grupo de expertos reclama, en un decálogo de medidas para mejorar el urbanismo, que se refuercen las tareas de control e inspección, entre otras recomendaciones. Este consejo nace de uno de los cambios introducidos por la Lei do Solo que entró en vigor este año y que ha supuesto la sustitución generalizada de las licencias por comunicaciones previas de conformidad con la legislación por parte del promotor, "lo que materializa el principio de intervención mínima". Esto, sumado a la "práctica inexistencia" de actuaciones inspectoras ha dado lugar a "numerosos supuestos de construcción ilegal" y de edificaciones fuera de ordenación "que la nueva ley pretende regular de manera más benévola", se recoge en el estudio, presentado por el arquitecto y uno de los autores, Luciano González Alfaya.

Tras advertir que ahora mismo muchas inspecciones se realizan por denuncias particulares que más tienen que ver con rencillas personales entre vecinos que por la gravedad de la infracción, se alerta de un empeoramiento de la situación. "El escenario que mostrará en poco tiempo la puesta en práctica de la masiva sustitución de licencias por comunicaciones amenaza con ser absolutamente lamentable", se asegura en el informe.

En esta línea la secretaria municipal de Vigo Concepción Campos sostiene que sin una inspección efectiva y real, una actividad muy limitada por al falta de medios de los concellos, "las infracciones en vez de reducirse, irán a más".

Los expertos tampoco creen que las nuevas facultades que otorga la ley a los concellos para forzar a la conclusión de fachadas darán resultado. Entre ellas figura un régimen de multas o que los concellos asuman las obras y luego reporten los costes a los propietarios. "En la insuficiente financiación de las entidades puede encontrarse una importante motivación de la endémica inactividad administrativa en este punto. Y todo parece indicar que, si esta situación no cambia, poco podrán lograr las novedades legislativas", se dice en el informe.

González Alfaya también advirtió de que la nueva Lei do Solo, al contrario del espíritu proteccionista de la anterior norma, es más laxa con el urbanismo en el suelo rústico, ya que amplía los supuestos de ocupación y puede resultar contraproducente para el país. "La realidad demuestra año tras año que en este escenario de puertas abiertas se cometen muchas situaciones que luego son irreversibles", consideró.

El arquitecto también sostiene que los concellos deberían adecuarse el marco de una población decreciente y en vez de basar el desarrollo urbanístico en ganar más suelo virgen, lo que habría que hacer sería ir ocupando las bolsas que quedan dentro de los núcleos.

En todo caso, la Red Localis aboga en su decálogo por limitar la modificaciones normativas, dada la continua alteración del marco legislativo, y facilitar la tramitación urbanística, que sigue siendo muy larga y más pendiente de evitar litigios judiciales de que buscar un diseño urbano de calidad.