Mientras en Galicia no se aclara la reedición de una alianza autonómica, En Marea parece cerrar su discusión acerca de la estrategia a seguir para reclamar un grupo parlamentario en el Congreso. Los cinco diputados de la coalición registrarán la petición en la Mesa de la Cámara, algo que no hicieron en la legislatura pasada, porque aseguran haber recibido la promesa por parte de Ana Pastor, presidenta del hemiciclo, para que ese trámite no lleve aparejada su inclusión en el grupo mixto, informa Europa Press.

PP, PSOE y Ciudadanos ya vetaron tras el 20-D ese objetivo de Anova, Podemos y EU. Mantienen su postura, lo que hace inviable lograr voz propia, a pesar de que cumplen los requisitos de superar el 15% de votos en todas las provincias en que se presentaron y alcanzar el mínimo del cinco diputados. Lo que genera controversia es el requisito sobre la competencia entre sus formaciones. La mayoría de la Mesa considera que En Marea no es un sujeto independiente, sino un apéndice del grupo confederal de Unidos Podemos. El grupo de CDC tampoco cumple todos los requisitos, pero el resto de formaciones, salvo Ciudadanos, facilitará que obtenga grupo propio.

A diferencia de la pasada minilegislatura, En Marea registrará su petición. Las divergencias internas entre Anova y sus socios afloraron de nuevo ahora. Los primeros pretendían someter a la voluntad de las bases integrarse en el grupo mixto si no alcanzaban el grupo propio, alegando la visibilidad extra que les conferiría como líder de este último. EU y Podemos rechazaban esa vía.

Finalmente, el plan pasa por solicitar el grupo y, ante el veto, acudir al Tribunal Constitucional, dejando abierta esa vía sin integrarse en el mixto. Mientras, seguirían con Podemos.