Feijóo acarició el ataúd de su padre antes de emprender la entrada a la iglesia ourensana de Cristo Rey. La parroquia de As Lagoas, muy cerca de la vivienda en la que residieron los progenitores hasta su traslado a Vigo hace unos años, acogió ayer el funeral del padre del presidente de la Xunta y el PPdeG, Saturnino Núñez, fallecido el lunes en Vigo a los 83 años. Conselleiros y cargos populares, además de amigos y allegados, acompañaron a la familia en la despedida, oficiada a las 19 horas tras un velatorio convocado para los más íntimos en el tanatorio de As Burgas.

El presidente, que mantuvo anulada su agenda desde el mediodía del lunes, llegó en un vehículo oficial arropando a su madre, Sira Feijóo, pocos minutos después de que aparecieran en la iglesia su hermana, Micaela, y otros familiares directos. Las decenas de personas que aguardaban a los allegados para mostrarles su respeto guardaron un absoluto silencio ante la comitiva fúnebre. Varias personas tomaron la iniciativa de acercarse a la hermana y al presidente para transmitir sus condolencias.

La familia Núñez Feijóo recibió ya en el tanatorio muestras de cariño de numerosos cargos políticos, amigos de la familia y varios empresarios, incluido el vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet. En la iglesia estaba el Gobierno gallego en pleno: los conselleiros Beatriz Mato, Román Rodríguez, Jesús Vázquez, Francisco Conde, Valeriano Martínez, Rosa Quintana, Ángeles Vázquez, José Manuel Rey y Ethel Vázquez arroparon a la familia. El último de su gabinete en comparecer, el vicepresidente Alfonso Rueda, se fundió en un emotivo abrazo con la hermana del presidente.

También acudieron al funeral el regidor de Ourense, Jesús Vázquez, numerosos alcaldes de la provincia, así como los delegados territoriales de Ourense, Lugo y Vigo, el exdelegado provincial, además de la portavoz del PP en la ciudad olívica, Elena Muñoz; la valedora do Pobo, Milagros Otero, y la presidenta del Consello Económico e Social (CES). Los exregidores de A Coruña y Santiago, Carlos Negreira y Agustín Hernández, muy ligados al presidente no faltaron, al igual que la expresidenta del Parlamento de Galicia y actual diputada en el Congreso, Pilar Rojo, el portavoz del PPdeG en la Cámara gallega, Pedro Puy, así como el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. El ourensano se presentó junto al subdelegado del Gobierno en la provincia, Roberto Castro, y del obispo de la Diócesis de Ourense, Leonardo Lemos, que ofició la eucaristía en compañía de otros sacerdotes. En el funeral estuvieron presentes el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Miguel Ángel Cadenas, el fiscal superior Fernando Suanzes, y el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, uno de los principales mentores políticos de Feijóo.

Nacido en Vilardevós, el padre del titular de la Xunta vivió en Os Peares. Allí trabajó en la construcción del embalse y llegó a ser encargado de las obras. El presidente de la Xunta siempre habló de su padre como uno de sus mentores y no era infrecuente la ocasión en que recordaba sus anécdotas. Como cuando ganó sus primeras elecciones autonómicas, en 2009, y lo llamó por teléfono para decirle que había obtenido la victoria, a lo que Saturnino contestó con que el Deportivo también había ganado su partido.

Feijóo se siente orgulloso de sus raíces humildes y de ser un hijo de aldea. Fue el hecho de que su padre se quedara en paro lo que le llevó a preparar en dos meses las oposiciones a la administración autonómica y a ganarlas con el número 2 de su promoción en 1984. A partir de ahí, Feijóo labró su carrera política. Ayer dijo adiós a un padre y un referente.