Podemos ya tiene "líneas rojas" para negociar en los próximos días la constitución de la Marea gallega, a pesar de que la última palabra la tengan sus militantes en una consulta telemática prevista para los primeros días de agosto. Las cuatro asambleas provinciales celebradas este fin de semana sirvieron a la líder del partido, Carmen Santos, como plácet para discutir las condiciones de su alianza. El principal requisito solicitado por las bases es más poder en la confluencia, algo de difícil encaje ante la apuesta del resto de actores por una distribución equitativa de pesos.

El plan inicial de posponer la negociación de la alianza hasta resolver el debate podemita, a pesar incluso de que Santos defendía ir de la mano a las autonómicas, saltó por los aires tras la revuelta de los críticos con su mandato y, sobre todo, la presión del manifiesto de los alcaldes "rebeldes" de Santiago, A Coruña y Ferrol. Estos recordaban que queda poco tiempo para las elecciones de octubre y carecen de alianza, candidato, listas y programa.

El giro de Santos para compaginar sus tiempos orgánicos con la negociación con Anova, Esquerda Unida y las Mareas en Común -ayer se sumó Equo- ha supuesto un acelerón a la confluencia del espacio rupturista, que ya fue de la mano el 20-D y el 26-J, aunque entonces sin las mareas municipales. De hecho, las cuatro asambleas de Podemos del pasado fin de semana, preparatorias de la asamblea ciudadana anterior a la consulta sobre la confluencia, sirvieron precisamente de test inicial para fijar requisitos para compartir trinchera electoral.

Las dos últimas reuniones de Podemos, celebradas ayer en Vigo y Ourense, cerraron la recogida de 120 propuestas que ahora serán sistematizadas y plasmadas en un plan de negociación. Versan sobre cuatro aspectos: "cómo democratizar En Marea, cómo integrar en el proyecto a las mareas municipales y plataformas ciudadanas, las preferencias a la hora de configurar las primarias y la elaboración de programa colaborativo".

Santos reconoció implícitamente tras el encuentro de Vigo que todo fluye a nivel interno a favor de una nueva confluencia, opción que tiene detractores a nivel interno, pero que defienden las direcciones estatal y gallega y los críticos con esta. "Queremos escuchar a las bases y que hagamos de forma conjunta cuáles son para nosotros las líneas rojas para poder seguir trabajando en ese proyecto de En Marea, que sobre todo se van a basar en la cuestión de programa y posicionamientos políticos", declaró. Busca contribuir al derrocamiento del PPdeG y al impulso de nuevas políticas desde la Xunta, pero también al "fortalecimiento" de Podemos.

A falta de que filtren las propuestas recogidas este fin de semana con alrededor de medio centenar de participantes, las preferencias iniciales de Podemos pasan por establecer una coalición de partidos y no crear una formación instrumental ex novo, demandando más peso -en decisiones internas y listas- que las mareas locales o EU por entender que cuenta con mayor músculo -militantes y marca-. Queda en el aire su postura sobre el candidato a presidir la Xunta "de consenso", puesto que sus potenciales socios apuestan por el juez Luis Villares con primarias de validación y en Podemos algunas voces señalan a la propia Santos. Un enfrentamiento entre ambos es rechazado por el primero.