En torno a un centenar de militares de la Brilat y, en menor medida del Tercio Norte de la Armada, patrullan desde esta media noche algunos de los montes gallegos con mayor riesgo de incendio. No obstante, la Brigada Galicia VII, con base en Figueirido, está preparada para triplicar, si la Xunta así lo solicita, el número de efectivos necesarios para blindar los montes gallegos frente a los incendiarios.

Así, el despliegue militar arranca en nivel de riesgo medio, lo que supone que 20 patrullas de la Brilat y 5 del Tercio Norte de la Armada se hacen cargo de la vigilancia de las tres zonas asignadas por la Xunta y bautizadas por los militares con nombres de rapaces. La primera, "Águila", en los distritos 4 y 5 que se corresponden con los montes de la zona de Muros y O Barbanza, con su célula de seguimiento en Noia en las instalaciones del Ejército del Aire, el radar EVA 10. La segunda, "Azor", el ave con el que se identifica la Brilat, se encargará de la vigilancia de montes del sur de la provincia de Pontevedra y con centro de operaciones en A Cañiza. Las patrullas tendrán tres bases en A Cañiza, Salvaterra y Lobios, ya que esta zona incluye también un distrito forestal ourensano. La última franja bajo vigilancia militar es la "Halcón", que ocupa casi todo el oriente ourensano y con centro de operaciones en Viana do Bolo, así como dos bases en esta localidad y en Trives.

El despliegue se intensificaría a 41 patrullas de la Brilat, 7 del Tercio Norte y 2 del Ejército del Aire si la Xunta decide activar el nivel de riesgo alto, uniéndose también al operativo un helicóptero de la Armada. Si se activase el nivel de riesgo muy alto, serían 60 las patrullas de la Brilat sobre el terreno, además de diez del Tercio Norte, 5 del Ejército del Aire y dos helicópteros. En total, unos 300 hombres.

Todo el operativo está controlado desde el cuartel general de la Brilat en Figueirido, bajo el mando del general de la Brigada, Luis Cebrián, y permanecerá activo entre el 15 de julio y el 15 de septiembre. Cebrián recibió ayer en la base General Morillo a la conselleira de Medio Rural de la Xunta, Ángeles Vázquez, quien, tras conocer los detalles del despliegue, despidió a las patrullas de la Brigada Galicia que partieron al mediodía hacia sus bases en los montes. Destacó que la labor de los soldados de la Brilat será de "vigilancia y disuasión".

Este año volverán a contar con el apoyo de un "mal llamado dron", dado que es un avión no tripulado militar, un "Raven", de la Brilat, que está equipado con dos cámaras, una de ellas con visión de infrarrojos que permite al aparato realizar vuelos nocturnos. Según explicó el comandante de la Brilat, Javier Iglesias, repiten con el uso de este aparato tras comprobar su "eficacia" durante el pasado año.

La cabo de la Brilat Alicia Gándara Buceta es uno de los militares que integran las patrullas (formadas por dos militares cada una) que desde hoy vigilan los montes gallegos. Su cometido, señala, es el de vigilar y disuadir a posibles incendiarios. Cada día, explica, deben cubrir ciertas zonas y kilómetros, y apunta que cada patrulla sumará al final de la jornada unos 300 kilómetros. El operativo está activo las 24 horas del día, con tres patrullas.