"Me parece que no ha tenido tino". El número 2 de Podemos, Íñigo Errejón, censuró ayer la destitución de tres críticos de la ejecutiva gallega por parte de la secretaria general del partido en la comunidad, Carmen Santos, declaración que ha molestado a esta y que supone cierta interferencia por parte de Madrid en la autonomía de los podemitas gallegos. Los destituidos formaban parte, además, del sector errejonista que perdió las primarias en abril.

Errejón trató de no ser tajante en su tirón de orejas y quiso dejar claro que "[las destituciones] son cosas que tiene que decidir la dirección gallega", pero no ocultó su malestar. "Es una mala noticia. Cuando hay diferencias, lo que hay que hacer es sentarse y llegar a un término medio y acordarlas, sobre todo cuando se está en vísperas de una cita tan importante para los gallegos", declaró a la Cadena Ser en alusión a las elecciones autonómicas de octubre.

Sus palabras se producen después de que Santos cesase a los tres miembros de su ejecutiva que incorporó como gesto de integración hacia la candidatura perdedora de las primarias, encabezada por la diputada electa de En Marea Ángela Rodríguez. Esta fue apoyada precisamente por Errejón en la campaña interna para asumir las riendas del partido en Galicia en un gesto que fue criticado, en su momento por Santos por entender que suponía posicionar a la cúpula estatal.

Este sector crítico logró la semana pasada mayoría en el Consello Autonómico de Podemos -un órgano superior a la ejecutiva, que es la cúpula del día a día del partido- para forzar un pronunciamiento a favor de En Marea para las autonómicas en contra del deseo de Santos, que, si bien es partidaria de la confluencia, prefería esperar a consultas a las bases.

La secretaria general de Podemos Galicia no se calló tras escuchar a Errejón. Vinculó sus palabras precisamente a la relación personal que mantuvo con el sector crítico. "Como los apoyó en las primarias, es lógico que tenga un gesto hacia ellos, pero mi responsabilidad está por encima de todo", alegó en declaraciones a este diario, antes de evitar calificar el choque como un intento de desautorización por parte del número 2 de su partido. "Es obvio que no conoce la situación [en Galicia]", añadió. "Necesito una ejecutiva plural, pero sobre todo eficiente y de mi máxima confianza. Es momento de centrarse en el trabajo y lo que tenemos por delante y no en las cuestiones internas", concluyó en un mensaje similar al lanzado hace unos días por su jefe de filas, Pablo Iglesias.

El aguijonazo a Santos no fue la única postura de Errejón sobre la situación en Galicia, pues también dio por segura la reedición de En Marea en las autonómicas. Esta opción es apoyada por Santos y los críticos, aunque con matices, pero será sometida a votación de las bases. "Lo tienen que decidir las fuerzas gallegas, pero En Marea ha concurrido ya a dos elecciones en Galicia, es una fuerza que viene del municipalismo en Galicia y creo que puede ser alternativa, con un acuerdo con el PSOE, al gobierno del PP. Todo apunta a que sí [se repetirá], razonó.