La Sociedad Galega de Medio Ambiente (Sogama) mantendrá las tarifas que cobra a los concellos por el tratamiento de la basura al menos dos años más en las mismas condiciones. Aunque en el último plan de viabilidad de la empresa se recoge como un compromiso "ineludible" la reducción del canon debido a la estabilidad del actual marco energético tras varios años de continuo movimiento, fuentes de la empresa avanzaron ayer que el propósito se mantiene, pero que queda supeditado a la ejecución de dos inversiones que tiene en marcha por importe de 34 millones de euros y que no estarán terminadas hasta el año 2018, por lo que será a partir del siguiente cuando se comience a aplicar una rebaja en el canon, que actualmente está en 73,9 euros (IVA incluido) por cada tonelada de basura que envían los concellos para su tratamiento.
Antes de reducir el precio del canon, Sogama quiere dejar terminados dos proyectos cuya adjudicación se va a producir en breve, aunque con cierto retraso, porque la idea era terminar las obras en 2017 pero finalmente no va a ser posible hasta 2018. Uno de ellos requiere una inversión de 30 millones de euros y se trata de la planta de clasificación de envases, lo que permitirá que la capacidad del complejo medioambiental de Cerceda se verá incrementada en un mínimo del 36%, pasando de las 550.000 toneladas anuales a las 750.000, y así poder tratar la totalidad de los desechos generados en la comunidad autónoma.
El segundo proyecto es de mucha menor envergadura. Se trata de las instalaciones de compostaje que se levantarán en Areosa, cuyo presupuesto ronda los cuatro millones de euros. Cuando esté operativa esta planta, la capacidad de tratamiento de los residuos sólidos urbanos alcanzará las 15.000 toneladas.
Una vez que estas dos inversiones están ejecutadas, según Sogama, llegará el momento de aplicar a los 295 concellos adheridos a la sociedad una rebaja del canon que les cobra por la gestión de basura. Mientras tanto, se mantendrán las tarifas con la actualización anual del IPC.
Fue en 2014 cuando Sogama aplicó un incremento unilateral del precio que supuso un encarecimiento del canon en un 34% para alcanzar los 82,1 euros por tonelada enviada por los concellos, lo que motivó un frente común de los alcaldes en contra, pero que no logró cambiar los planes de Sogama.
La empresa, participada en un 51% por la Xunta y en un 49% por Gas Natural Fenosa, había justificado al subida en una exigencia para garantizar la viabilidad dado el nuevo marco energético que reducía las primas que ingresaba Sogama por la producción de energía eléctrica. Los nuevos precios estuvieron vigentes nueve meses en 2014, hasta que en enero de 2015 se rebajó un 10%, para dejar la tonelada en 73,9 euros, debido a que al final se había conseguido minorar el impacto inicial de la reforma del sector eléctrico y, tras años de vaivenes, encontrar un marco estable. En todo caso, Sogama ha tenido que devolver el pasado año 16,7 millones de euros al Estado por el cobro indebido de primas.
