El PSdeG rebajó ayer su tensión interna en el Parlamento y derivó su conflicto a la confección de las listas electorales. Los 18 diputados socialistas apoyaron en bloque la elección como senador autonómico de Modesto Pose, a pesar del rechazo de una mayoría que prefería para el puesto a José Luis Méndez Romeu, perdedor de las primarias frente a Xoaquín Fernández Leiceaga. La disciplina interna fue esgrimida como motivo para evitar un desaire en forma de abstención o voto nulo, como ocurrió en diciembre con el mismo candidato, pero ello no aplacó el pulso de fondo que se librará este mes: establecer quiénes acceden a las candidaturas para las elecciones autonómicas de octubre y en qué puestos.

De un lado se encuentran los vencedores en las primarias, el sector nucleado alrededor de Leiceaga, perdedores en anteriores procesos internos, entre los que se incluyen miembros de la vieja guardia. Del otro, otra parte del aparato que salió victorioso en luchas previas. El candidato a la Xunta aboga por renovar a fondo el partido y contar con un grupo en la Cámara de los suyos, mientras sus rivales piden integración. Él reconoció diferencias en la búsqueda de una "solución integradora". "Las primarias significaron un mensaje de renovación en el PSOE y, por lo tanto, no se puede impedir en los despachos que el clamor de los militantes de las primarias se lleve a cabo", advirtió.

En medio del debate, terció uno de los mayores pesos pesados del partido. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se posicionó de forma clara por primera vez desde el estallido de este nuevo choque interno a cuatro meses de las autonómicas. La renovación resulta secundaria, razonó, frente a "unas muy buenas listas con un consenso muy importante", alegó antes de poner un ejemplo. "Yo repetí toda la lista en Vigo: éramos 11 concejales, repitieron los 11 y sacamos 17", declaró sobre su resultado local.

El regidor destacó la necesidad de cerrar filas como prioridad de su partido, tarea en la que se involucrará. "Eso es lo mejor que puede suceder en un proyecto político: que todos acompañemos el proyecto. Pero no solo porque estamos en un partido, sino con el entusiasmo de que apoyamos lo mejor. Es lo que vamos a intentar es donde yo voy a estar", anunció el regidor.

Además, reconoció haber dado "el visto bueno" al calendario para adelantar a julio la confección de candidaturas -Leiceaga prefería septiembre- y dejó la última palabra en los estatutos, "la Biblia del PSOE".

Por su parte, Modesto Pose reivindicó que Leiceaga tenga "el papel que le corresponde" en la elección de candidatos, con una responsabilidad "a medias" con el partido.

También intervino la diputada Carmen Gallego, portavoz de quienes apostaban por Romeu. Alegó "disciplina de voto" para cerrar filas con Pose, pero criticó a la portavoz parlamentaria, Patricia Vilán, y a la gestora por "extralimitarse" y obviar a la mayoría del grupo en la Cámara, que había apoyado a Romeu en las primarias. Gallego pidió un partido "cohesionado, unido e integrado" y recordó que, más allá del papel importante de Leiceaga, debe ser el partido quien tenga la última palabra. De hecho, acusó al candidato de "intentar saltarse los procedimientos".