Como una prueba de voluntad de "integración" o una declaración de guerra a las puertas de las elecciones. Así entiende la mayoría del grupo parlamentario del PSdeG la decisión final sobre la elección del senador por designación autonómica, puesto para el que han propuesto, en sustitución de Modesto Pose, a José Luis Méndez Romeu, perdedor de las primarias frente a Xoaquín Fernández Leiceaga. De momento, han conseguido que el asunto se debata este mediodía en una reunión extraordinaria de los 18 diputados socialistas tras la negativa inicial de la gestora.

El conflicto evidencia que las heridas abiertas durante las primarias no se han cerrado y podrían abrirse en canal cuando el partido aborde la confección de las listas para los comicios autonómicos de octubre. "Si ahora no hay integración, después colocarán solo a los suyos", apunta una voz que apoya a Romeu y que entiende la decisión final en este asunto como definitoria de la voluntad de Leiceaga y la gestora que comanda el partido desde la dimisión del secretario xeral. Si no ceden, estos diputados -que podrían sumar 14 de 18, aunque el propio sector afín a la gestora reconoce que es minoría clara- reivindica su autonomía en el Parlamento para votar y sacar adelante la propuesta vencedora, sin asumir la que imponga una gestora, añaden, "provisional". Entre las atribuciones de esta, según la dirección estatal del partido, se encuentra "la gestión del grupo parlamentario".

La portavoz parlamentaria socialista, Patricia Vilán, registrará la propuesta de su partido el lunes, que se votará, de forma secreta, el martes.

De momento, el bando oficialista no ofrece señales de cambiar de opinión después de defender que Pose repitiese para el puesto que ya ocupó en la minilegislatura fracasada posterior a los comicios del 20 de diciembre. Leiceaga evitó avivar el conflicto, pero reiteró su defensa de apostar por Pose.

Beiras, el "jarrón chino"

El candidato socialista también aprovechó para afear al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, actuar "como comentarista" y no desvelar la fecha de las elecciones y criticó a En Marea por tratar a Xosé Manuel Beiras, líder de Anova, como "un jarrón chino, algo muy valioso que nadie sabe dónde colocar", en alusión a la negativa de un sector a que pueda ser candidato. "Unos, enredando con la fecha de las elecciones para tapar carencias; y otros, enredados en peleas internas y crear baronías y jubilar a referentes hasta hace poco incuestionables", espetó.