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Entre el "Hai Marea" y el "¡Ay, Marea!"

El debate sobre el cabeza de cartel solapa la discusión sobre el reparto de poder en la alianza para las autonómicas -La negociación debe abordar la confección de las listas

La retranca ha servido en las redes sociales para que las bases de En Marea parafraseasen su lema de guerra -electoral- tras la decepción del 26-J, en que perdieron casi 67.000 votos, a pesar de situarse con el 22% de apoyos. Del "Hai Marea!" han pasado al "¡Ay, Marea!"; del furor con que daban por hecho que se distanciarían del PSdeG y se acercarían al PPdeG en la antesala de las elecciones autonómicas de octubre, al gesto torcido y las dificultades internas para compactar un espacio líquido, donde los liderazgos son compartidos, los choques personales resultan evidentes y los calendarios de cada organización no están sincronizados. Estos son algunos de los desafíos de un espacio que podría liderar la izquierda gallega en otoño.

1 | Definirse. En Marea sirve de germen para crear su homólogo autonómico, como AGE es la precursora de la confluencia. La primera es una coalición estricta de tres partidos: Podemos, la Anova de Xosé Manuel Beiras y la Esquerda Unida de Yolanda Díaz, si bien recibió el apoyo posterior una plataforma plagada de personas vinculadas a estos. La Marea gallega debe integrar ahora a las mareas locales, que comanda Marea Atlántica, así como a otras organizaciones, y decidir si se constituye en partido o frente de partidos. Podemos no se diluiría en ningún caso en otra organización, según la dirección morada.

2 | Los plazos: la prisa y la urgencia. Los alcaldes rebeldes de A Coruña, Santiago -Martiño Noriega es la mano derecha de Beiras en Anova- y Ferrol tomaron la iniciativa para dejar el debate mediático y sentarse a negociar. Convocarán a las fuerzas rupturistas a un encuentro en julio para fijar un cronograma. El movimiento se produjo el lunes después de que estos se reuniesen con la líder de Podemos Galicia, Carmen Santos, para pedirle que revelase cuanto antes si quiere participar en la unidad o concurrir en solitario. El problema radica en que este partido tiene un calendario propio que obliga a consultar a sus bases, proceso que se demorará como mínimo tres semanas. Es decir, la Marea gallega podría celebrar su primera reunión sin que Podemos haya fijado postura. ¿Podría decidir algo sin los podemitas?

3 | El candidato. La cuestión que más atención mediática acapara no era la más importante para los impulsores de la Marea... hasta ahora. El tiempo se les ha echado encima con la repetición de las elecciones generales y las prisas no se disimulan. Anova es la menos contundente, pero en privado y en público asume que deben buscar una opción, a pesar de que Beiras ha pedido centrarse en el programa y la arquitectura interna de la candidatura antes que en el punta de lanza. Además, cree que podrían quemarlo si lo revelan ya. Enfrente, Xulio Ferreiro urge una decisión y Yolanda Díaz (EU) ha sido la que ha puesto fecha límite: el día 25. Probablemente, Podemos aún no haya decidido qué hacer entonces. Además, su líder, Carmen Santos, ha pedido no limitar las opciones a un independiente.

4 | Beiras y el mirlo blanco. El silencio de Beiras sobre su posible candidatura a la Xunta alimenta la polémica, si bien a sus 80 años resulta una quimera presentarse como adalid de la nueva política. La opción preferida por En Marea era el magistrado Luis Villares, pero el bajón electoral ha diluido las expectativas de liderar el cambio en la Xunta y, por tanto, echado para atrás esta opción. Los alcaldes rebeldes ya se han descartado. Algunas voces apuntan a Carmen Santos, opción que no gustaría en principio al resto de socios. Esta es la más reacia a cocinar un nombre y dárselo a las bases para refrendarlo. Villares solo se presentaría teniendo asegurado el puesto.

5 | El reparto de poder y las listas electorales: igualdad o asimetría. En Marea nació con un reparto de puestos al 33% entre Podemos, Anova y EU. Los primeros, que cambiaron de dirección desde entonces, rechazan esa opción que los igualaría a sus socios y a las mareas locales. Considera que es un actor principal y debe tener un mayor peso. Este hecho determinará las listas electorales y las decisiones, si bien las mareas locales proponen listas abiertas.

6 | Las rencillas personales. Los miembros de En Marea reconocen que una parte de su éxito depende de "hacer las paces". El nuevo conflicto de Podemos más el choque de Beiras y Díaz por entender el primero que actuó por libre en Madrid, acercándose a Pablo Iglesias sin respetar los pactos de En Marea, dificultan las cesiones en la negociación.

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