Hace un año, la Xunta decidía limitar el aforo de visitantes a la Praia das Catedrais, en Lugo, para evitar la "degradación" del monumento natural. Compatibilizar turismo y medio ambiente es uno de las tareas que también debe considerar el Atlas das Paisaxes de Galicia. Al menos así lo apunta una encuesta realizada por la Consellería de Medio Ambiente y que revela que más de la mitad de los gallegos -el 52 por ciento- es partidario de incluir entre las medidas y acciones de intervención en el paisaje el regular el flujo de turistas.
Puestos en la disyuntiva de escoger entre "potenciar acciones que buscan controlar o regular la llegada de turistas" o "impulsar acciones que buscan aumentar" su número, la mayoría de los gallegos se muestra totalmente de acuerdo o más de acuerdo con la primera opción. La encuesta busca conocer las tendencias de opinión de los ciudadanos dentro del proceso de participación pública de elaboración de las Directrices de Paisaxe de Galicia. El objetivo es averiguar cuáles son las preferencias de la población para el paisaje de su entorno así como las acciones de protección, gestión y ordenación del paisaje que desea.
Para ello se realizaron obradoiros, una plataforma web participativa y un cuestionario, tanto presencial como a través de internet, donde los gallegos manifiestan su inclinación por anteponer el paisaje a criterios economicistas. En esa línea, uno de cada cuatro (un 73%) es proclive a acotar la instalación de nuevos parques eólicos y no aumentarlos, mientras que los restrictivos con los embalses llegan al 83%. Sin embargo, donde hay más consenso, y las medidas suscitan el apoyo del 91% de los encuestados, es en la limitación de las actividades industriales y mineras que no sean respetuosas con el entorno.
También el 91% de los encuestados -que fueron un total de 1.451, entre los que contestaron en los obradoiros y la web- comparte el preferir acciones de protección de los bosques y espacios naturales frente a dar prioridad en el suelo para nuevas urbanizaciones e infraestructuras. Un 87% apuesta por que se priorice la integración del paisaje frente a aspectos económicos cuando se acometa la construcción de infraestructuras de la comunicación.
El sondeo revela también que la tradición pesa. Si desde el sector forestal o el lácteo se ve el minifundismo como un problema, un 86% de quienes responden al cuestionario está a favor de conservar la estructura de pequeña parcela de usos tradicionales del suelo frente a fomentar los procesos de concentración parcelaria y un 86% avala conservar y proteger de forma "estricta" los elementos patrimoniales de interés histórico y cultural antes que dar cierta "flexibilidad" en aras de razones socioeconómicas. En lo que respecta a nuevas edificaciones, un 79% se inclina por que sean "acordes con el estilo de las ya existentes" y el 71% aprueba "regular" los materiales y colores que se utilicen, en línea con la guía que la Xunta prepara junto a los arquitectos gallegos para luchar, como aseguró el presidente de la Xunta, contra el "feísmo".
La Galicia de la postal, la preferida
- El proceso de participación pública, que finalizó en abril, revela que el paisaje preferido por los gallegos evoca la postal clásica de Galicia, cantada por Rosalía en su verso "prados, ríos, arboredas..." El "índice de satisfacción" más elevado lo registran los bosques (en cañones y sierras), los viñedos en los cañones, los ríos y lagunas en ese entorno, los prados y pastos en las llanuras y los valles y el borde litoral. Los peor puntuados son las canteras, las plantaciones forestales y las áreas urbanizadas en llanuras o valles. Las mayores demandas de "intervención" se focalizan en canteras, polígonos industriales, parques eólicos, centrales hidroeléctricas y térmicas y edificaciones diseminadas recientes.De las doce áreas paisajísticas de la comunidad, los índices de satisfacción más altos recaen en las Ribeiras Encaixadas do Miño e do Sil, las Serras Orientais (O Courel y Os Ancares) y las Serras Surorientais y las Serras Ourensás (en Ourense).
