Las principales agencias de meteorología han pronosticado que el verano, que comenzó ayer, será más seco y caluroso que en anteriores años. Hasta el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aseguró ayer, durante la constitución del comité de prevención contra incendios entre el Ejecutivo gallego y el central, que se prevé que la temporada estival sea "calurosa". El calor y la ausencia de lluvias son las principales causas de los fuegos. La otra es la actividad de los incendiarios. Pero en esta ocasión la situación de partida es de mayor riesgo. "El otoño fue muy seco, pero el invierno y la primavera han sido lluviosos", recuerda Serafín González, presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN).

El edafólogo Avelino Núñez comparte la misma idea. "La primavera, en prácticamente toda Galicia, fue claramente más lluviosa y con mayores temperaturas considerando los valores medios con respecto a años anteriores. Eso facilita el crecimiento vegetal, la producción de fitomasa y, por tanto, la provisión incrementada de potencial combustible para los incendios", explica. "Resumiendo, la situación de partida es de mayor riesgo", asegura.

Pero la presencia de lluvias durante la primavera solo es una de las variables que hay tener en cuenta, según los expertos, para prever cómo será la campaña de incendios en Galicia. Para Alejandro Álvarez, presidente de la Asociación pola Conservación do Ecosistema Forestal Galego, la diferencia entre una campaña buena o mala es el tiempo que haga en verano. "La clave estará en si hay tiempo seco o no. Si hay semanas, que las habrá, secas y con sol va a haber incendios. Porque estamos en Galicia. Pero si hay lluvias, aunque quieran prender, no podrán", reconoce.

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Álvarez insiste en esta idea de la importancia del factor climatológico durante los próximos meses. "En cuanto haya tiempo seco y caluroso va a haber incendios. Da igual los medios que haya puesto la Xunta, si ha bajado o no el presupuesto, si ha llovido mucho o no en primavera. Dependerá de lo que la gente quiera prender ", advierte este experto.

Algo similar apunta Serafín González. "¿Cómo va a ser este verano? Depende de cómo venga la meteorología", sostiene. E insiste en que "por mucho que haya llovido en la primavera si vienen dos o tres semanas consecutivas sin llover habrá una oleada importante de incendios. Pero si sigue lloviendo cada 10 o 15 días y las temperaturas no suben mucho el plan de incendios funcionará".

El presidente de la Asociación pola Conservación do Ecosistema Forestal Galego recuerda que en 2014 hubo menos incendios (1.237 frente a los 2.859 de 2015) porque se alternaron los días de calor y los nublados. "Así físicamente es imposible quemar el monte", asegura.

Otro de los factores es la gran presencia de incendiarios. "Por la vegetación y por las condiciones climáticas que tenemos la tasa de incendios que hay no es natural. Es de origen humano", afirma el presidente de la SGHN.

El número de incendios se ha reducido en la última década. De los 10.000 o 12.000 en los noventa se ha pasado a una media de 3.000 en los últimos diez años. Álvarez tiene dos explicaciones. "Hay más conciencia social, pero también hay menos gente que prende porque la mayor parte de ellos son de zonas rurales y es gente mayor. Con el despoblamiento rural y la mortalidad hay menos", cree este experto.