"Galicia tiene en la biotecnología un pilar industrial de futuro. Tenemos talento, voluntad y recursos naturales para hacerlo y ser un referente nacional e internacional". Fue el mensaje que lanzó ayer el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, en un foro organizado por FARO DE VIGO sobre la dimensión, el potencial y los retos de este sector en la comunidad, compuesto por 220 empresas que emplean a más de 1.200 personas y facturan unos 250 millones de euros al año. Bajo el título El desarrollo del sector Bio de Galicia, Conde pronosticó que esta actividad será un "polo industrial" capaz de atraer inversiones para capitalizar y muscular a las pymes y que puedan competir con garantías en un mundo sin fronteras. El principal activo, el talento; el gran reto, lograr la aplicación plena de los avances en biotecnología en sectores productivos como el lácteo, la pesca o la acuicultura.

Con Pharma Mar (antigua Zeltia) como punta de lanza, el sector no ha dejado de crecer. En el último año, como expuso el conselleiro, el 2,1% de las empresas creadas fueron biotecnológicas, el doble del avance medio estatal. En un evento presentado por el director de FARO, Juan Carlos Da Silva, Conde defendió el papel de la administración pública como "palanca" para que esta industria "sea líder en el futuro" y, con la Estrategia de Impulso a la Biotecnología 2016-2020, el Gobierno gallego confía en que se creen 30 nuevas empresas en cuatro años. Además, estima una facturación en el mismo plazo de 300 millones (+20%) y un 15% adicional en puestos de trabajo directos.

Tradicionalmente asociado en exclusiva al mundo farmacéutico, el sector se ha expandido a otros mercados y explora ahora su expansión en la "biotecnología azul". "Productos para la pesca, la cosmética o los biomateriales", enumeró Conde, que permitirán que esta industria se arraigue en Vigo "gracias a la UVigo, la estrategia Blue Growth (del Puerto) y el centro de Investigaciones Marinas", que son un "caldo de cultivo apropiado" para lograr este objetivo. Pero como sector "emergente" que quiere dejar de serlo, para el conselleiro de Economía es preciso un "esfuerzo colectivo" que permita "crear un biopolo que atraiga a grandes inversores y clientes".

Colaboración público-privada

La alianza entre la administración y el sector privado -que, expuso Conde, ha funcionado en el sector aeronáutico con los aviones no tripulados- es un buen punto de partida. Y puso dos ejemplos. En primer lugar, las facilidades en materia de financiación a través de la Axencia Galega de Innovación (GAIN) y Xesgalicia, que está dotada ahora de una "línea específica" dirigida a proyectos biotecnológicos. En segunda instancia, la "compra pública-innovadora", con la administración como "tractor para validar la capacidad de lanzar nuevos productos", que éstos lleguen al mercado y no se queden solo en un proyecto.

En el foro participaron como ponentes responsables de Galchimia, AMSLab e Hifas da Terra, aunque Francisco Conde aprovechó para poner en valor a la mencionada Pharma Mar (con la aplicación de algas para tratamientos oncológicos) o Innopharma (descubrimiento temprano de fármacos), que ha sido elegida por el gigante GlaxoSmithKline (GSK) para un tratamiento contra el cáncer resistente.

El foro concluyó con una mesa de debate en la que los responsables de las compañías invitadas abordaron cuestiones como la retención de capital humano, el tamaño de las empresas, la rentabilidad de los proyectos o los modelos de financiación. Presentados y moderados por el periodista de Economía de FARO José Carneiro, los invitados destacaron la necesidad de profesionalizar la gestión empresarial de las iniciativas biotech dado el perfil puramente científico de sus promotores.