Un juzgado de Santiago acaba de condenar al Servicio Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 60.000 euros a una mariscadora que quedó incapacitada tras una operación en el Hospital do Salnés, de Vilagarcía. La sentencia considera que el daño provocado por la operación en una mano es "desproporcionado", según la información suministrada hoy por el Defensor del Paciente.

Los hechos se remontan a 2006. La víctima tenía entonces 43 años. Tras una primera visita al médico de cabecera por el dolor en una mano y a la vista de que no cesaba fue trasladada al servicio de traumatología del hospital, donde el primer tratamiento tampoco funcionó. El especialista optó entonces por aprovechar, asegura el Defensor del Paciente, que la mujer debía pasar por una operación en la mano para intervenirle en el túnel carpiano por el "ligero" atrapamiento del nervio en su mano izquierda. "No hay consentimiento informado ni consta programada, ni la paciente fue incluida en lista de espera alguna", asegura la organización. Como consecuencia de la cirugía, la mano "le quedó deforme y atrofiada" y le fue concedida una "incapacidad absoluta".

El Sergas desestimó la reclamación inicial presentada por la afectada bajo el argumento de que hubo consentimiento informado. "Lo cierto es que existió una sobreactuación al poner en marcha un medio agresivo (aquélla primera intervención) sin recabar el consentimiento de la paciente y sin que existieran evidencias de su indicación, por lo que la administración debe responder del daño desproporcionado", asegura el fallo. La mujer no descarta recurrir el fallo, que no es firme, porque cree que "no se ha producido una reparación integral del daño que se le ha causado".