El cierre de camas en los hospitales durante la temporada estival sigue generando polémica. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, se defendió ayer de las críticas de la diputada del BNG Montse Prado, compartidas por el conjunto de la oposición, en relación al cierre de camas en verano, con el argumento de que la sanidad "ha evolucionado mucho", con el descenso de la estancia en los hospitales, por lo que, a día de hoy, según subrayó, "las camas son importantes en los hoteles y no tanto en los hospitales".

A modo de ejemplo, el conselleiro recordó que hace años una operación de cadera podía requerir 14 días de ingreso y actualmente, cinco, antes de reafirmarse en que se ha "evolucionado" en el ámbito sanitario, se han implantado nuevas técnicas que reducen el tiempo de estancia, se crean hospitales de día y se realiza cirugía mayor ambulatoria.

Enfrente, Prado censuró el "oscurantismo" de la Xunta en lo que respecta a los datos del cierre de unidades hospitalarias y apuntó que "se calcula que se cerrarán en torno a 1.200 camas", pero "no hay nada por escrito". También criticó que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "publicite 5 millones de euros para reducir listas de espera".

Concertada

Al tiempo, se preguntó "cómo hará el milagro de los panes y de los peces" si se "multiplica el cierre de camas" y ha sugerido que "parte de los 5 millones irán a las arcas de la sanidad privada". El conselleiro respondió que la derivación a la privada "era mucho mayor con el bipartito" y que ahora se ofrece la opción de acudir a un centro concertado para cumplir los plazos de la ley de garantías.

En todo caso, el conselleiro aclaró que si un paciente rechaza esta vía y opta por ser intervenido en un centro propio del Sergas "mantiene sus derechos de antigüedad".

Posteriormente, en respuesta a Mónica Fernández, del grupo mixto, el conselleiro de Sanidad reconoció la preocupación de la Xunta por la obesidad y el sobrepeso, al entender que el exceso de peso es "un problema de salud pública" .