El número de pensionistas no contributivos que necesita ayuda para pagar el alquiler de su vivienda va en aumento. En 2015 las solicitudes para beneficiarse de esta prestación se incrementaron un 42 por ciento y finalmente se concedió la subvención a más de 2.000 gallegos, un 33 por ciento más que el año anterior.

Los beneficiarios de pensiones no contributivas son aquellas personas que reciben una prestación económica pese a no haber cotizado previamente. Y las cuantías económicas que perciben son, por lo tanto, bastante más bajas que las de un jubilado que ha contribuido al sistema de la Seguridad Social. La pensión no contributiva oscila entre los 367 euros mensuales y los 551 euros.

El Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales complementa estas prestaciones con una ayuda de 525 euros anuales para pagar el alquiler de la vivienda. Para ello se les exige que carezcan de vivienda en propiedad, que sean titulares del contrato de arrendamiento y que no tengan ninguna relación conyugal o de parentesco con el casero.

En 2015 han solicitado esta ayuda para pagar el alquiler un total de 2.340 gallegos con pensiones no contributivas, casi 700 más que el año anterior. El 90 por ciento de las peticiones fueron aceptadas, de manera que finalmente se beneficiarán de esta renta de 525 euros anuales un total de 2.086 pensionistas, frente a los 1.544 que recibieron la subvención en 2014.

Denegadas

Según detalla el Ministerio de Sanidad, en Galicia el principal motivo para rechazar las solicitudes de ayuda al alquiler ha sido que los interesados no llevaban residiendo en la vivienda más de 180 días, tal y como se exige para optar a la prestación. La segunda causa de denegación es que no eran titulares del contrato de arrendamiento.

En la comunidad gallega el Ministerio de Sanidad se gastó más de un millón de euros para costear estas ayudas al alquiler. La mitad fue para sufragar la paga a un total de 1.071 beneficiarios de pensiones de invalidez y la otra mitad fue destinada a jubilados.