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La prolongación de la vida laboral

Casi doce mil gallegos mayores de 65 años aplazan su jubilación para seguir en activo

El 60% son autónomos que han cotizado lo mínimo y tienen pensiones bajas -La mayoría se mantienen activos a jornada completa y solo 3.000 están ocupados a tiempo parcial

A pesar de que durante la crisis aumentaron las prejubilaciones y se redujo el empleo, en Galicia casi 12.000 personas de más de 65 años prologan su vida laboral y siguen en activo. Algunos lo hacen porque les gusta su empleo y se resisten a abandonarlo, pero la mayoría continúan trabajando obligados por las circunstancias. La prueba es que el 60 por ciento son autónomos, propietarios de pequeños comercios o negocios de hostelería, que han cotizado lo mínimo y ahora se encuentran con que tienen una pensión muy pequeña. En algunos casos, ceden el testigo a un familiar pero le siguen ayudando en el negocio a tiempo parcial.

Según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA), en Galicia estaban registrados en el primer trimestre de este año casi 180.000 ocupados de más de 55 años, aunque esta cifra se va reduciendo en los tramos de más edad. Entre los 60 y los 64 años suman 60.100 las personas en activo y solo superan la edad de jubilación un total de 11.700. En España, a finales del pasado año, los mayores de 65 años que trabajaban rondaban los 150.000.

Desde que estalló la crisis y dentro de un mercado de trabajo que ha destruido millones de empleos, este colectivo de trabajadores de más de 65 años se ha mantenido bastante estable. Aún así, debido probablemente a un mejor clima económico, los 11.700 ocupados registrados a principios de este año son la cifra más alta desde 2011 y un 23 por ciento superior a los 9.500 que reflejaba la EPA en el mismo periodo del pasado año.

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Hasta hace años engrosaban este colectivo de trabajadores con más de 65 años numerosos funcionarios y trabajadores del campo. Sin embargo, ahora pesan menos en el conjunto puesto que una de las medidas de austeridad puestas en marcha por la Xunta para ajustar su plantilla fue obligar a sus empleados a retirarse con 65 años. Y en el sector primario se han promovido planes para fomentar el relevo generacional y facilitar la incorporación de jóvenes, lo que redujo también el número de agricultores y ganaderos que siguen trabajando después de la edad de jubilación.

Por eso ahora predomina el perfil de los autónomos. Aunque también puede haber profesionales asalariados que necesitan aumentar sus años cotizados para retirarse. No todos, sin embargo, trabajan a jornada completa. Unos 3.000 lo hacen a tiempo parcial. De hecho, el Ministerio de Empleo permite compatibilizar el cobro de una parte de la pensión de jubilación con un empleo por unas horas.

Y, en todo caso, debido al cada vez mayor envejecimiento poblacional y al elevado coste que supone mantener el estado de bienestar, la mayoría de los expertos advierten que será necesario retrasar la edad de jubilación. En España ya se ha aprobado aplazarla hasta los 67 años, aunque su entrada en vigor será progresiva y dependerá en todo caso de los años cotizados. En 2016, por ejemplo podrán jubilarse a los 65 años los que tengan 36 años trabajados o más pero los que tengan menos deberán esperar a cumplir los 65 años y cuatro meses.

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