El adolescente al que se le impuso una pena de internamiento en régimen cerrado durante dos años (al que hay que sumar un año más de libertad vigilada) por la agresión en Pontevedra a Mariano Rajoy, se disculpó previamente antes del juicio con el presidente del Gobierno en funciones. Lo hizo a través de su letrado, Jorge Cubela, en un encuentro que el abogado mantuvo con Rajoy durante una de las visitas del mandatario a Sanxenxo. Fue una conversación en la que el abogado también le transmitió las disculpas de la familia del menor y en la que Mariano Rajoy le confirmó que los padres del joven ya le había trasladado sus disculpas directamente con carácter previo.

Fue un encuentro en el que el jefe del Ejecutivo confirmó al letrado que no tenía intención de ejercer ningún tipo de acción penal contra el adolescente, que cometió los hechos cuando era menor y que alcanzó la mayoría de edad el pasado mes de marzo. El abogado del menor incluso le ofreció la posibilidad de indemnizar al presidente por las gafas que resultaron dañadas en aquel incidente, pero Mariano Rajoy se negó en rotundo y descartó exigir cualquier tipo de responsabilidad civil al joven, por lo que tampoco se recoge indemnización alguna en la sentencia dictada el pasado 12 de mayo por el juzgado de Menores de Pontevedra. En aquella conversación, Rajoy pareció aceptar las disculpas ofrecidas por el abogado del adolescente al decirle: "defiéndelo lo mejor que puedas, se merece una buena defensa".

Por otra parte, el abogado pontevedrés Jorge Cubela confirmó que el reconocimiento de los hechos por parte del menor, su arrepentimiento y el acuerdo alcanzado con la Fiscalía permitió rebajar sensiblemente la sanción que solicitaba inicialmente el Ministerio Público. En ella se solicitaba una medida de reforma para el menor de tres años de internamiento en régimen cerrado y otros dos años de libertad vigilada. El acuerdo, el mejor que se pudo adoptar "en beneficio" del joven, según el letrado, reduce la pena de internamiento en régimen cerrado a dos años de internamiento, al que hay que sumar uno más de libertad vigilada.

El letrado hace hincapié, además, en que el acuerdo con la Fiscalía de Menores permitió que se retirase del escrito de acusación el término de "extrema gravedad" puesto que de recogerse en la sentencia habría impedido una revisión del fallo. Al retirarse esta calificación, Cubela explica que la juez de Menores de Pontevedra podrá revisar "a la baja" la sanción de internamiento impuesta, teniendo en cuenta la evolución que tenga el joven en el centro de menores de Monteledo, en Ourense. Allí se encuentra interno desde que se produjo la agresión en diciembre pasado. Esta revisión que se llevaría a cabo, según el abogado, "con el objeto de que el joven, que es una persona normal y no marginal, con un problema de comportamiento e impulsividad, pueda llevar una vida normal y estudiar, y no tenga que estar encerrado dos años". Actualmente, el joven cursa segundo de bachillerato.

El TSXG confirmó que los dos años en régimen cerrado y un año más de libertad vigilada se le imponen por un un delito de atentado a la autoridad del subtipo agravado, del artículo 550.3 del Código Penal.