Durante los meses de verano baja la demanda sanitaria y se reduce la actividad quirúrgica por las vacaciones de los profesionales del Sergas. Y, como consecuencia, se utilizan menos camas en los centros hospitalarios. Para no tener desperdigados a varios enfermos en distintas plantas de hospital, se agrupan y se dejan temporalmente fuera de uso las habitaciones que la Consellería de Sanidade estima que no serán necesarias. Para este verano la previsión es que solo harán falta el 87 por ciento de las camas, lo que significa que se cerrarán alrededor de 950, un 14 por ciento menos que el pasado año.

El director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, recalca, en todo caso, que las camas "no se cierran, se dejan de usar" y están siempre disponibles si hicieran falta. "Nadie se va a quedar sin asistencia sanitaria porque no haya cama", aclaró.

Según explica, el Sergas dispone de unas 7.300 camas hospitalarias. El pasado año durante el verano quedaron en funcionamiento el 85 por ciento y en esta temporada estival serán el 87 por ciento.

"Son las estimaciones que se hacen. Si se falla en la previsión está claro que las camas están para usarse", insiste.

Y, en todo caso, según los datos del Sergas, el cálculo siempre es optimista, puesto que del 85 por ciento de camas que estuvieron operativas el pasado año solo se utilizaron finalmente el 75 por ciento. Esa misma previsión la trasladan a este verano. Es decir, de las 6.350 camas que quedan habilitadas (del total de 7.300 de la red del Sergas), Aboal cree que quedarán vacías y sin ocupar también el 25 por ciento.

Son los responsables de cada área sanitaria los que realizan la estimación de camas que necesitan y la envían al Sergas. Y el porcentaje de plazas que quedan operativas durante el verano varía según la zona. Así, por ejemplo, Aboal explica que en zonas costeras donde hay un incremento de población durante el verano se dejan de usar menos habitaciones. En el caso del Hospital Meixoeiro de Vigo la previsión es cerrar 120 camas entre el 1 de julio y el 15 de septiembre, mientras que en el Álvaro Cunqueiro se prescindirá de 70.

El director xeral de Asistencia Sanitaria explica que realizan este cálculo de las camas que necesitan teniendo en cuenta que en verano hay menos demanda sanitaria. "Hay menos incidencia de procesos respiratorios, por ejemplo", explica. También se planifican menos intervenciones por las vacaciones de los profesionales sanitarios. Durante la época estival se aprovecha también que estas camas dejan de usarse para realizar labores de mantenimiento.

La CIG tildó de "muy grave" el cierre de camas porque incrementa las listas de espera y denuncia que algunas camas no estarán operativas hasta mediados de octubre.