La elección del candidato a la Xunta por parte del PSdeG es solo la mitad de las renovaciones que el partido debe hacer este año. Tiene pendiente la elección de la persona que asumirá la secretaría xeral, ya que la dimisión de José Ramón Gómez Besteiro dejó vacante tanto la cabecera de cartel -ya que se iba a presentar como tal- como la dirección orgánica de la formación.

Solucionada la candidatura a la Xunta, ahora queda encajar las piezas y las sensibilidades polarizadas -tal como han revelado las primarias- para intentar componer la ejecutiva. Pero a estas alturas, con unas elecciones autonómicas a la vista, no hay ningún calendario, con lo que el PSdeG corre el riesgo de llegar a la cita con las urnas medio descabezado.

Sin que se haya tomado ninguna decisión, el cronograma que algunos manejan en el partido es que tras las elecciones generales y la formación de gobierno, el PSOE nacional tenga que abordar también su renovación en un congreso. Y solo después de este cónclave, se abordaría la elección del secretario xeral del PSdeG, que bien podría ser incluso después de los comicios autonómicos. En esta tesis estaría la gestora que encabeza Pilar Cancela.

Pero este escenario, según fuentes del partido, provocaría como poco un "gran lío", pues todas las decisiones importantes para afrontar unas elecciones las tendría que tomar una dirección provisional elegida a dedo por Ferraz que no está respaldada por las bases.

Para evitar precisamente esta contingencia, la agrupación de Vigo, las más numerosa de Galicia, es partidaria de adelantar al mes de julio el congreso del partido para elegir a la nueva ejecutiva y afrontar los comicios con todas las piezas encajadas.