El aperturismo político y económico por el que está pasando Cuba -aunque apenas está dando sus primeros pasos- ha dejado en los últimos meses imágenes que hace unos años resultarían imposibles. A finales de septiembre del pasado año, el papa Francisco visitó la isla. En marzo de este año, era el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el que realizaba un viaje histórico a Cuba, calificado como un nuevo hito del deshielo iniciado por los gobiernos de ambos países 15 meses antes. Fue además la primera vez que un presidente estadounidense pisaba Cuba en 88 años y un gesto claro de que el proceso de desbloqueo económico y comercial apura el paso.

Pocos días después, otro acontecimiento histórico volvía a celebrarse en el país caribeño. Esta vez fue el concierto gratuito ofrecido por los Rolling Stones ante 300.000 personas, también la primera vez que la banda británica actuaba en suelo cubano.

En los últimos meses fueron numerosas además las delegaciones países extranjeros que acudieron a Cuba para explorar las oportunidades de negocio, incluyendo el Gobierno español de Mariano Rajoy. De hecho, los ministros Ana Pastor y García Margallo estuvieron hace diez días en la isla y se reunieron con el presidente, Raúl Castro.

Ahora le toca el turno a Feijóo, que acude por segunda vez. En su agenda no figura una reunión con Castro, pero tampoco estaba previsto en 2013 y al final hubo encuentro entre los dos.