La crisis ha ido menguando el bolsillo de las familias, que no en pocos casos hacen malabarismos con los números para llegar a fin de mes. Dentro de ese panorama, sin embargo, los hogares gallegos que se ven en muchas dificultades para llegar al día 30 suponen el 7,1% del total (en torno a 76.000), el tercer menor porcentaje de los registrados entre las comunidades autónomas. A pesar de ello, y en solo un año, experimentan un repunte de cuatro puntos los gallegos que están en riesgo de pobreza, que han pasado del 15,4% al 19,4%, la octava tasa más alta entre las comunidades. Quienes se engloban en este porcentaje, según el Instituto Nacional de Estadística, viven con menos de 8.011 euros al año si lo hacen en hogares unipersonales y con menos de 16.823 en casas con dos adultos y dos menores de 14 años.

En todo caso, como aclaran desde el organismo estadístico, la tasa de riesgo de pobreza (la más reciente referida a ingresos de 2014) es un indicador relativo que no mide la pobreza absoluta, sino la desigualdad, cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. En el caso del Estado, ese dato se sitúa en el 22,1%. El ingreso medio anual neto por persona ascendió en el conjunto de España a 10.419 euros. En Galicia fue inferior, de 10.212 euros, un 0,2% menos que el registrado el año anterior y más de 3.600 por debajo de la cifra del País Vasco. Según el INE, la población con menor renta en Galicia supone el 16,1% del total y el mismo porcentaje tendría las rentas más altas.

El análisis de los ingresos es uno de los tres componentes del indicador AROPE, homologado en toda Europa y utilizado para medir el riesgo de pobreza o exclusión social. Los otros dos son la población que se encuentra en una situación de carencia material severa y la que está viviendo en hogares sin empleo o con baja intensidad laboral. En el caso de Galicia ese indicador AROPE (población que está en al menos alguna de las tres situaciones) si sitúa en el 25,7%, tres puntos por debajo del estatal. La comunidad sería la octava con un porcentaje más alto.

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Galicia sale bien parada si se analizan los hogares que se quejan de pasar muchos aprietos para llegar a fin de mes. En la comunidad suponen el 7,1% del total, cuando un año atrás afirmaban encontrarse en esa situación uno de cada cinco. Aparte de La Rioja (con un dato igual al gallego), solo Navarra (5,9) y Aragón (5,8) registran mejores datos. La media estatal es casi del doble (13,7 por ciento). Canarias, donde el porcentaje de familias que registran muchos apuros para acabar el mes multiplica por cinco el gallego, obtiene el peor dato, según el INE.

Un porcentaje similar de hogares al que se declara en muchos aprietos para llegar a fin de mes (7%) se ve obligado a retrasar el pago de recibos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos del gas, de la comunidad...) En 2008, antes de la crisis, las familias gallegas que se encontraban en esa situación eran la mitad (el 3,6%), aunque en el último año se rebaja un 0,6% el porcentaje de 2014.

La encuesta considera también una carencia el no tener capacidad para hacer frente a gastos imprevistos, una situación que en Galicia afectaría al 29,6% de las familias, el séptimo porcentaje más bajo de las comunidades, nueve puntos inferior al del año anterior y diez puntos por debajo del estatal.

Entre los déficits que analiza la encuesta se incluye asimismo el no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días y no poder disponer de un coche o de un ordenador personal. En el primer caso se hallan un 2,1% de las familias (frente al 2,7% estatal). El triple (un 6,4%) asegura que no tiene recursos para acceder a un ordenador (6,5%% en España). Quienes no pueden tener un coche suponen la mitad que en España (un 3%) y solo Navarra registra un porcentaje más bajo (2,3%).