El BNG encara la campaña electoral del 26-J como "una segunda oportunidad", tras quedarse sin representación en el Congreso en los pasados comicios generales, que le permita ser "llave" en la próxima legislatura. Para ello aspira a captar el voto de los "desencantados" con las fuerzas políticas estatales y, especialmente, de En Marea, que no logró su objetivo de conseguir un grupo parlamentario propio. Así, el Bloque cargó ayer contra la coalición, cuyos diputados "serán la delegación gallega de Podemos".

Así lo trasladaron ayer la responsable de la campaña electoral para el 26 de junio y el del área de Comunicación del BNG, Goretti Sanmartín y Rubén Cela, que lamentaron que las otras fuerzas políticas "tanto las viejas como las nuevas" antepusieron el "reparto de sillones" a los intereses de los gallegos. Todo ello generó, a su juicio, la decepción de "miles de personas" que entienden estas nuevas elecciones como la oportunidad de que Galicia recupere su voz en Madrid. Y, por esta razón, el Bloque intenterá evidenciar la diferencia entre "los cuatro meses de postureo" que han sido esta legislatura y veinte años en los que los nacionalistas "han dado la cara" por los intereses de Galicia.

Así, recalcaron que "en lo que dependa del Bloque, ni en el Estado ni en el Gobierno de la Xunta gobernará el PP".

El lema del BNG en esta campaña electoral será "para tener voz propia". Los nacionalistas aclararon que no recurrirán a créditos bancarios ni a los costes que conlleva el envío masivo de papeletas conocido como mailing.